Las agencias de viajes que ofrecen experiencias con animales deben valorar e informar a los potenciales turistas de la probabilidad de que la actividad pueda tener un impacto negativo en el bienestar del animal, así como en la seguridad del propio usuario.
Igualmente, la interacción con los animales puede poner a los turistas en riesgo de sufrir lesiones, o incluso la muerte. Los animales son impredecibles y por lo tanto potencialmente peligrosos para los humanos por naturaleza.
Por ejemplo los elefantes asiáticos en cautiverio. Estas especies están clasificadas como Categoría 1, ‘animal peligroso’, por la categorización de animales peligrosos de la UK Defra, señalando la capacidad de la especie de ‘causar lesiones o ser una amenaza grave para la vida’, sobre la base del peligro y el riesgo de lesiones.
La guía aconseja no entrar en contacto sin supervisión o sin una barrera adecuada entre el animal y el público. Sin embargo, el contacto directo (supervisado y no supervisado) entre los elefantes y los turistas es común y se fomenta en los campamentos de elefantes de toda Asia. En actividades como el baño de elefantes suponen riesgos importantes. La pregunta es, si esos riesgos han sido debidamente evaluados y considerados.
Afortunadamente, los viajeros están despertando a la horrible realidad detrás de los encuentros con animales silvestres, como los paseos en elefante y los delfinarios y acuarios, y están exigiendo alternativas amigables con la vida silvestre y vacaciones verdaderamente responsables.
Por lo tanto, las agencias de viajes que continúan explotando la vida silvestre con fines de lucro tienen un presente y futuro manchado de sangre.
Un elefante ‘lamentablemente’ mata a una turista española en Tailandia
La mujer pasó por delante del animal durante el baño y el elefante le clavó un colmillo. El suceso ha tenido lugar en el centro ‘Koh Yao Elephant Care’ de la isla de Yao Yai.
Una turista española ha muerto este viernes al ser atacada por un elefante mientras le daba un baño en un centro de paquidermos en la isla de Yao Yai, en el suroeste de Tailandia, según han comunicado fuentes de la Policía y del centro de elefantes.
El consulado español en la capital de Tailandia «está en contacto con los familiares, ofreciendo toda la asistencia consular necesaria», han informado fuentes ministeriales a nuestra web de noticias.
Por su parte, el policía Charan Bangprasert, de la comisaría de Yao Yai, indicaba que una mujer de nacionalidad española había fallecido tras un incidente con un elefante, sin precisar la edad de la víctima.
Una trabajadora del centro ‘Koh Yao Elephant Care ha explicado que la mujer se encontraba bañando al elefante cuando pasó por delante del animal y este le clavó un colmillo, causándole heridas por las que murió más tarde.
Actividad habitual para turistas, bañar elefantes
Lavar elefantes, o bañarse con ellos, son actividades populares en algunos centros de esparcimiento en Tailandia, donde los paquidermos también participan en espectáculos para turistas.
La mayoría de los incidentes con elefantes suelen ocurrir con ejemplares salvajes, que a veces cruzan hacia áreas habitadas por personas, debido a la pérdida de hábitat natural.
En los últimos 12 años, se han producido 240 muertes a causa de ataques de elefantes salvajes, incluidas 39 víctimas mortales en 2024, según datos del Departamento de Parques Nacionales citados por el diario The Nation.
El Departamento de Parques Nacionales de Tailandia calcula que más de 4.000 elefantes salvajes viven en los santuarios, parques nacionales y reservas naturales de Tailandia. Se estima, además, una población similar de elefantes domésticos en el país, la mayoría de ellos utilizados en espectáculos destinados a turistas.