El LIFE para el Medio Ambiente y la Acción Climática era el Programa con el que contaba la Unión Europea para el periodo 2021-2027 y es fue de los principales contribuyentes al Pacto Verde Europeo. El mismo tenía dos objetivos principales.
El primero era transformar a la UE en una sociedad justa y próspera, con una economía moderna, eficiente en recursos y competitiva, en la que no haya emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y en la que el crecimiento económico se desvincule del uso de recursos.
Y el segundo y el más importante era preservar, conservar y mejorar el capital natural de la UE y apostar por la protección de la salud y el bienestar de los ciudadanos frente a los riesgos e impactos relacionados con el medio ambiente y el clima.
Gracias a los programas LIFE se han conseguido alcanzar metas que hasta hace unos años eran impensables, como la recuperación del lince ibérico, el quebrantahuesos o el buitre negro, que se hallaban en grave peligro de extinción. Pero la UE lo ha retirado de sus presupuestos y aparentemente no hay nada similar al LIFE en los mismos.
Adiós al programa LIFE y a todo lo que quedaba por hacer
La Comisión Europea ha decidido eliminar en su borrador de presupuesto el emblemático programa LIFE, dedicado a invertir en acciones beneficiosas para el medioambiente, la naturaleza o el clima, y que -entre otros miles de proyectos- contribuye actualmente a la recuperación del lince ibérico en España.
Creado en 1992, LIFE cuenta actualmente con una dotación en el Marco Financiero Plurianual (MFP) de unos 5.500 millones de euros para siete años (unos 800 millones anuales), pero el ejercicio de simplificación impulsado por Bruselas en la reforma presupuestaria ha acabado con este programa al menos como un instrumento independiente dentro de las cuentas comunitarias.
Los exitosos proyectos para la recuperación del lince ibérico son el ejemplo más tangible de este programa comunitario en España, país en el que el programa LIFE ha apoyado el despliegue de más de 1.000 proyectos españoles en sus hasta ahora 33 años de vida.
A nivel comunitario, unas 6.000 iniciativas sobre naturaleza y biodiversidad, economía circular y calidad de vida, mitigación y adaptación al cambio climático y transición energética se han desarrollado gracias a un programa que desaparecerá en 2027 si las negociaciones que comenzarán ahora entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo no lo evitan.
El Ejecutivo comunitario defiende, sin embargo, que sus objetivos siguen presentes en las nuevas cuentas a través del nuevo Fondo de Competitividad y de los planes nacionales y regionales, de los que una parte de los fondos podrán ser destinados a actividades que antes apoyaba este programa si así lo deciden los Estados miembros.
El principal objetivo de esta reforma presupuestaria, era buscar «sinergias» entre la multitud de programas que componen actualmente el MFP, según recuerdan fuentes comunitarias que argumentan también que las actividades financiadas ahora por el LIFE seguirán teniendo un peso «prominente» en los dos instrumentos anteriores.
Bruselas justifica, además, que el nuevo presupuesto comunitario destinará un 35 % de sus recursos, unos 700.000 millones de euros, a proyectos relacionados con la acción climática y la transición ecológica, así como que la institución también cuenta con recursos para gestionar directamente proyectos que ahora recoge el LIFE.
Las ONG claman por la desmantelación del LIFE
Pero esta explicación no convence a las ONG. Para la organización ecologista WWF se trata, en cambio, de un movimiento «inexplicable» que «no parece garantizar que los proyectos de restauración y conservación de la naturaleza seguirán recibiendo un apoyo significativo» del presupuesto comunitario.
«Desmantelando y fusionando la financiación específica, individual y exitosa del actual programa LIFE en los dos grandes pilares del nuevo MFP, que atenderán a una larga lista de objetivos sin priorización clara, la Comisión corre el riesgo de dejar de financiar una acción vital para la naturaleza y el clima», advierte el director de Política y Estrategia de la Oficina de Política Europea de la ONG, Tycho Vandermaesen.
En una línea similar, el secretario general de la Oficina Europea de Medioambiente (EEB, en inglés), Patrick ten Brink, critica que la pérdida de LIFE tal y como se conoce en el nuevo MFF «no es simplificación, es sabotaje».
«Existe por una razón. Consigue resultados efectivos y concretos para la naturaleza, el clima y la salud pública. Derogarlo e integrar lo que queda en un fondo de competitividad más amplio, eliminando la biodiversidad y el medioambiente, destriparía una de las herramientas más eficaces de la UE justo cuando más la necesitamos», subrayó en nombre de esta red de organizaciones ‘verdes’.
Las críticas también han saltado en el arco parlamentario, especialmente en el grupo de Los Verdes, cuyo responsable en las negociaciones presupuestarias, el danés Rasmus Nordqvist, ha asegurado que la decisión de borrar LIFE de las próximas cuentas es «irresponsable» porque «la crisis de biodiversidad solo se profundizará» si no se actúa. EFE / ECOticias.com