La tasa de reciclaje de móviles en España no llega al 5%. La demanda de coltán está directamente relacionada con su extracción ilegal y la violación de derechos humanos en la República Democrática del Congo. La campaña Movilízate por la Selva del IJG facilita el envío gratuito de móviles en desuso para su correcto reciclaje y almacenamiento de desechos tóxicos. Con los fondos recaudados el IJG apoya los proyectos de conservación y desarrollo existentes en los dos Congos (RDC y Congo-Brazzaville).
Al evento tecnológico en Barcelona acudirán, según la organización, 50.000 líderes y especialistas en telefonía móvil de 200 países; y presentarán sus productos más de 1.300 empresas, entre ellas los principales fabricantes de móviles. En el programa de 4 días se hablará de temas como el liderazgo y los retos del futuro, pero no se ha incluido ninguna mesa o debate que aborde la problemática del coltán, tema que sin dudas compete a la industria de la telefonía por sus implicaciones sociales y ambientales.
La guerra por el control del territorio y el acceso a las minas entre diversas milicias ha ocasionado más de 5 millones de muertos, además de millones de desplazados y refugiados, según datos de Naciones Unidas. La constante y creciente demanda mundial de coltán, el aumento de su precio y los escasos controles y esfuerzos por mejorar la trazabilidad del coltán siguen propiciando conflictos armados por el control de los valiosos y estratégicos recursos en la República Democrática del Congo (RDC).
En dicha guerra, es práctica habitual secuestrar a los hombres y niños de las aldeas como mano de obra para las minas, trabajando en condiciones muy precarias y de gran inseguridad. También en este contexto se han registrado violaciones de mujeres y menores de edad. La explotación del coltán en RDC también implica la desaparición de ecosistemas únicos, debido a la deforestando y destrucción de hábitats de muchas especies como los chimpancés y los gorilas.
Algunos datos: En España existen hoy día más de 54 millones de líneas de teléfonos móviles activas (cifras de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones), para unos 40 millones de potenciales hablantes mayores de 10 años (cifras INE). A este número de terminales deben sumarse aquellos móviles más antiguos que son reemplazados y que los ciudadanos guardan o tiran a la basura, siendo la tasa de reciclaje menor al 5%.
Otro hecho preocupante es que actualmente los mercados de los países en desarrollo están siendo inundados a través de campañas publicitarias con millones de terminales, para las cuales no existe ningún programa o plan de reciclaje, con el consiguiente riesgo de contaminación de ecosistemas.
Desde el IJG creemos que la responsabilidad corporativa de un sector que lidera el desarrollo tecnológico debe servir también para:
-innovar en materiales alternativos y garantizar la trazabilidad del coltán, para que no contribuya a la sobreexplotación de los ecosistemas ni a la violación de derechos humanos.
-promover la sostenibilidad y vida útil de los aparatos de nueva generación, en lugar de la obsolescencia programada, así como una generación de terminales que minimice la huella ecológica y el impacto social que generan actualmente.
-ofrecer alternativas al regalo de “nuevos móviles” con campañas de fidelización.
-mejorar la recuperación, reutilización y reciclaje de materiales de móviles en desuso, en todos los países donde se vendan terminales.
Alentamos a las compañías que participan de la industria de la telefonía móvil a aceptar el desafío de ser líderes en estos importantes aspectos también; e invitamos a la ciudadanía a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como consumidores.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos?
El Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la Dra. Jane Goodall, Mensajera de la Paz por Naciones Unidas, lleva a cabo la campaña de reciclaje “Movilízate por la selva” entrando en www.movilizateporlaselva.org . Con una etiqueta prefranqueada descargable de la web, se pueden enviar gratuitamente móviles en desuso (en funcionamiento o no), y así ayudar a:
-reutilizar terminales y reducir la insostenible demanda de sus componentes.
-reciclar elementos útiles y tratar y almacenar adecuadamente los materiales tóxicos, evitando la contaminación del medio ambiente.
-recaudar fondos para los programas del IJG de desarrollo, educación y conserviación en África.
El IJG en RDC ha creado dispensarios médicos, una microplanta hidroeléctrica y programas de desarrollo agropecuario sostenible, y equipa a 160 ecoguardas y rangers encargados de la protección de más de 2 millones de hectáreas de selva. Asimismo, se han enviado fondos a un centro que trabaja con niños con discapacidad física y mutilados de guerra.
El IJG en la República de Congo cuenta con el Centro de Recuperación de Tchimpounga, con 150 individuos huérfanos rescatados, donde se emplea a más de 60 trabajadores. Como agradecimiento por su aporte, los participantes de la campaña pueden ganar apadrinamientos anuales ChimpAmigos, que sirven para el sostenimiento del centro.