Adiós al ‘usar y tirar’ en la UE, hola a la reparación. Se partía de la base de que la mayoría de los ciudadanos europeos prefiere optar por la reparación y no por la compra de productos nuevos. Pero era fundamental, para conseguirlo, que los fabricantes dejasen de estar ‘a cubierto’ gracias a la garantía legal. Y facilitasen la reparación.
Esta no es una medida que apunte a disminuir el consumo masivo al que estamos acostumbrados, pero sí favorece la sostenibilidad del sistema. De hecho, los resultados de la votación son significativos, puesto que la enorme mayoría de los 590 eurodiputados la aprobó (solo hubo 15 abstenciones y otros 15 votos negativos)
Reparemos en vez de tirar y comprar nuevo
Se hace una distinción muy clara en cuanto a los periodos de garantía, pero igualmente se apuesta siempre por la reparación. Mientras la garantía esté en vigencia, si un producto es defectuoso se debe priorizar la reparación. Siempre que esta sea más barata o de coste igual al producto nuevo. Siempre que esta sea conveniente para el propietario y factible. Y una vez reparado, la garantía será ampliada por un año más.
Cuando la garantía expire, los consumidores no perderán su derecho a exigir la reparación de los productos, aunque esta tenga un coste para ellos. Pero, para fomentar la elección de esta opción, se insta a la entrega, durante el periodo de reparación, de productos de sustitución. Cuando fuese imposible la reparación, se sugiere que se entreguen aparatos reacondicionados.
Más empleos, incentivos y accesibilidad a la reparación
El coste de las reparaciones suele ser un elemento disuasorio para decantarse por esta opción. También influyen las características específicas de un producto, su diseño y hasta las pocas opciones que puede haber en cuanto a servicios de reparación.
La nueva normativa apuesta por qué los costes sean razonables. Con este fin se intentará que tanto los restauradores, como los reparadores y los usuarios finales puedan acceder no solo a las piezas que se necesiten para realizar la reparación. Sino también a las herramientas necesarias. Todo ello a precios razonables.
Para conseguir este objetivo se recurrirá a la creación en todos los países pertenecientes a la UE de plataformas en línea. Estas ayudarán a los consumidores a ubicar servicios de reparación y vendedores de productos reacondicionados locales. Además de las célebres cafeterías de reparación. Una idea que nació en Holanda y es un instrumento para que los particulares se reúnan con el fin de reparar objetos entre todos.
También se instituyeron bonos de reparación e incentivos específicos económicos que serán ofrecidos a los consumidores. Esto se hará gracias a los fondos nacionales de reparación. Adiós al ‘usar y tirar’ en la UE, hola a la reparación.




















