El traslado de la Rugulopterix Okamurae a un vertedero autorizado costaría más de cinco millones de euros, un gasto inasumible para las arcas municipales. El teniente de alcalde Jorge Benítez reclama a las administraciones una ayuda que considera indispensable para afrontar una crisis medioambiental «como la del Prestige».
Una montaña de más de 40.000 toneladas de algas asiáticas invasoras retiradas de las playas de Tarifa se levanta junto a la estación depuradora de aguas residuales de la ciudad. No deberían estar ahí, ya que el Gobierno de España las considera residuos sólidos urbanos y, por tanto, deben almacenarse en una instalación autorizada para quemarlas y enterrarlas.
Pero si el Ayuntamiento tarifeño se encargara de trasladarlas al vertedero comarcal de Los Barrios sería la ruina económica para el municipio. Cargarlas y transportarlas para su tratamiento costaría cinco millones de euros. El Gobierno central afirma que ya trabaja en frenar su expansión.
El Ayuntamiento de Tarifa ya no sabe qué hacer con las toneladas de algas que recogen de sus playas y que se amontonan en un vertedero provisional desde 2019.
«Aquí no aparece nadie», denuncia el teniente alcalde del Ayuntamiento de la localidad, Jorge Benítez. «Estamos solos ante esta catástrofe medioambiental«, lamenta.
Trasladar las algas amontonadas a otro vertedero con el fin de tratarlas costaría en torno a 5 millones de euros. Desde el Consistorio expresan que es inasumible, por lo que exigen una solución a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España.
Conversión de las algas asiaticas invasoras en biocombustibles
«Es una negligencia y una irresponsabilidad por parte de las administraciones supramunicipales no hacer frente junto al Ayuntamiento a esta situación», declara Benítez. No quieren erradicarla porque «ya nos han explicado los científicos que ha venido para quedarse», pero sí persiguen «una solución para paliar». Entre las opciones, está la conversión de los residuos en biocombustibles, un proyecto cuya viabilidad ya se estudia.
Por su parte, el Gobierno central sostiene que ya trabaja para frenar la expansión de esta alga, aunque atribuyen la competencia de la gestión a la Junta. De este modo, indica que la Junta «podría pedir ayuda estatal». Además, el Ejecutivo autonómico defiende que debe solucionarlo el Consistorio porque es un «residuo municipal«.
Ante esta situación, los vecinos se muestran exhaustos. «Es un problema gordo», sostiene una vecina. «En la época turística supone un problema», indica otro de los munícipes. «Invaden todo y no hay pesca», lamenta una tarifeña.
Desde el Ayuntamiento tarifeño aseguran que a día de hoy este es solo un problema del litoral gaditano, pero que en unos años, será una plaga que anegue a toda la costa española.