La basuraleza es un término que se refiere a los desechos plásticos y otros tipos de basura que terminan en los entornos naturales, como ríos, mares, bosques y playas. La basuraleza no solo afecta la estética de los paisajes, sino que también pone en peligro la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
Una de sus afectaciones más graves es que están en el origen de muchos incendios forestales como se ha puesto de evidencia en un estudio reciente. Esto es especialmente significativo estos meses de verano que es cuando esas llamas se intensifican y son más recurrentes.
¿Qué es la basuraleza que está detrás de muchos incendios?
Las colillas de cigarro, los restos de vidrios y los aceites son algunos de los cinco materiales de basuraleza más peligrosos para la propagación de los incendios registrados durante el verano, según ha identificado el proyecto Libera de SEO/BirdLife y Ecoembes. La basuraleza, término que se refiere a los residuos abandonados por las personas en entornos naturales, es un “combustible” para el aumento de los focos de calor que se registran actualmente en España.
En primer lugar están las colillas, que representan al menos un 15 % de todos los desechos recolectados por Libera y que se acumulan en las cunetas de las carreteras tras ser arrojadas “por las ventanillas de los vehículos”. Y no importa si los cigarrillos están apagados, ya que sus compuestos, la celulosa, el plástico y los restos de arsénico, son inflamables y se convierten en un peligro, considerando que han provocado al menos un 2 % de los incendios en España entre 2004 y 2013, por lo que “no basta con apagar la colilla y dejarla tirada”.
Los vidrios y restos de cristales son el segundo material más peligroso para la propagación del fuego, puesto que tienen un “efecto lupa” al generar contacto entre el sol y el pasto seco o algunos árboles, como los pinos que son más inflamables, lo que puede provocar incendios espontáneamente. En tercer lugar están los aceites de motor y otros combustibles que son derramados en las carreteras porque “propagan y avivan el fuego en caso de ignición”, además de que contaminan el suelo y las aguas a raíz de la filtración.
Aunque no inician incendios directamente, el papel y el plástico ocupan el cuarto y quinto lugar, respectivamente, pues son materiales que arden con facilidad y transportan brasas con el viento que expanden el fuego. La responsable del proyecto ha mencionado que también hay otros desechos “que parecen inofensivos”, como los restos de comida, pero son un problema porque atraen animales y esto podría producir accidentes de tránsito que derivan en incendios o desprendimiento de aceites sobre la carretera.
¿Dónde hay más basuraleza?
Con cerca de 33.000 residuos, Madrid es la comunidad con mayor cantidad de basuraleza acumulada durante el primer semestre del año, según los datos recogidos en la aplicación móvil de Libera que permite identificar, clasificar y registrar los materiales arrojados en entornos naturales. Toallitas húmedas, embalaje industrial, botellas de plástico y colillas son los residuos más encontrados en esta comunidad ubicada en el primer lugar, aunque eso no significa que sea la más contaminada, indica Güemes, sino que es donde “hay más recogida y registro de acuerdo con la superficie”.
Castilla y León está en segundo puesto con 11.548 residuos de basuraleza, seguido de cerca por Andalucía con 11.351, mientras que Cantabria suma 6.438 y Canarias se ubica en la quinta posición con 6.317. Para Güemes, la ausencia de vigilancia, tomando en cuenta que “no existen cámaras en el campo”, imposibilita las sanciones a los infractores, por lo que considera que si hubiera mayor control “habría menos abandono de residuos”.
Entre tanto, apuestan por la sensibilización ambiental para evitar la “normalización de actos incívicos”, como arrojar basura por las ventanas de los vehículos o tirarla por el inodoro. Si bien se puede utilizar la aplicación Basurales para registrar los residuos recogidos, aconsejan que las personas conserven su basura durante sus paseos y denuncien las infracciones que vean.
En conclusión, la basuraleza es una forma de contaminación que pone en riesgo los ecosistemas y la salud del planeta; y ahora en verano, está detrás de muchos incendios forestales. La conciencia y el compromiso de cada individuo son esenciales para reducir la cantidad de basura que llega a los entornos naturales. EFE / ECOticias.com