El nitrógeno (N) es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas terrestres, clasificándose como macronutriente debido a que las plantas lo requieren y acumulan en sus tejidos en altas cantidades.
Su gran importancia para las plantas se debe a que forma parte de moléculas como las proteínas, ácidos nucleicos, clorofilas, coenzimas, etc. El nitrato, cuya fórmula química es NO3−, constituye la forma más importante de nitrógeno que es absorbida por la mayoría de las plantas, mejorando altamente el rendimiento de los cultivos.
La creciente demanda de alimentos provocada por el aumento de la población mundial, ha llevado durante décadas al uso descontrolado de nitratos por los agricultores. Esto ha generado un aumento del uso de fertilizantes químicos nitrogenados de bajo coste, lo que causa serios problemas ambientales como la contaminación del agua, perjudicial tanto para la naturaleza como para la salud humana.
El nitrato tiene una alta solubilidad en agua, por lo que resulta muy móvil en el suelo de los campos de cultivo. Esto tiene un especial impacto en los cultivos de regadío, donde los nitratos se filtran hacia zonas más profundas (proceso llamado lixiviación), causando la contaminación de acuíferos o pozos.
Otro problema ambiental que genera el riego con altas concentraciones de nitratos es la contaminación de las aguas superficiales, por el riesgo de que el agua producida por la escorrentía se vierta directamente a los ríos o canales de riego. Esto puede ocasionar serios problemas de eutrofización, con un enorme desarrollo de las especies vegetales que crecen junto a los cauces o, incluso, la muerte por asfixia de los animales acuáticos por el crecimiento descontrolado de algas.
Este fenómeno es conocido en España por causar un gran daño a la fauna del Mar Menor (Murcia)
Además, este excesivo uso de nitratos también se ha relacionado con el cambio climático, provocando un aumento de la degradación de la capa de ozono y del efecto invernadero.
Los nitratos, según las concentraciones máximas alcanzadas en los puntos medidos, siguen afectando a un 39 % de las aguas subterráneas y las superficiales continentales, eutrofizadas o en riesgo de eutrofización, pasan de un 22 % a un 40 % . Un tribunal holandés ordena al Estado neerlandés a trabajar inmediatamente para reducir los nitratos en las zonas naturales más vulnerables.
Por CCAA, destacan el elevado incremento de nitrógeno liberado al medio ambiente en Aragón, Murcia y Andalucía debido a los excrementos del sector porcino y en Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja debido a los del bovino.
Frenar la expansión de la ganadería industrial y sus macrogranjas, reducir la cabaña ganadera en intensivo y el uso de fertilizantes sintéticos es el primer paso para lograr revertir el problema.
El último ‘Informe de seguimiento de la Directiva 91/676/CEE. Contaminación del agua por nitratos utilizados en la agricultura’ del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), referente a la situación de los nitratos en el cuatrienio 2020-2023. Y es que, según el documento, a pesar de la “magnitud” del problema, no hay cambios significativos a nivel general respecto a la ya mala situación identificada en el anterior informe 2016-2019. Incluso, tal como se aprecia en el actual informe, empeora la situación de algunas de las zonas más afectadas. Este informe fue enviado a la Comisión Europea en noviembre del pasado año y acaba de ser publicado después de pasar los procedimientos comunitarios.
La contaminación del agua por nitratos es un gravísimo problema en España
El Tribunal de Justicia de la UE dictó una sentencia condenatoria contra nuestro país en marzo del año pasado. El informe publicado por el MITERD muestra que las medidas aplicadas hasta al momento son claramente insuficientes y, si queremos revertir la situación, hay que ir a la raíz del problema: la agricultura y ganadería industriales.
El informe muestra claramente una situación que, ante su gravedad y no mejoría, debe ser abordada con urgencia y contundencia. En lo relativo a las aguas subterráneas, si cabe el problema más grave por su dificultad de recuperación y porque son nuestras reservas estratégicas de agua dulce, el informe muestra que la contaminación por nitratos, según las concentraciones máximas alcanzadas en los puntos de medición, sigue afectando un elevado 39% de las aguas.
Y en lo que se refiere a las aguas superficiales continentales, la situación aún empeora, ya que las mediciones que indican que las aguas están eutrofizadas – crecimiento extraordinario de algas debido al exceso de nutrientes – pasan de ser un 23% en el cuatrienio de 2016-19 a un 40% en el cuatrienio de 2020-23. La buena noticia es que en lo que respecta a las aguas superficiales de transición y costeras, el porcentaje de los puntos eutrofizados o en riesgo de eutrofización pasa de un 41% a un 12%.
Algo que también destaca el informe es cómo el nitrógeno – una vez depositado en el medio se convierte en nitratos – generado por los excrementos de la cabaña ganadera en zonas vulnerables a nitratos, se incrementan sustancialmente entre un periodo y el otro en algunas comunidades autónomas, aumentando, por lo tanto, la presión sobre el medio. Es de destacar el elevado incremento en Aragón, Murcia y Andalucía debido a los excrementos del sector porcino y en Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja debido a los del sector bovino.
Es necesario y urgente frenar la expansión de la ganadería industrial
Otra conclusión preocupante de este informe es que anualmente a lo largo del período de estudio solo se efectuaron inspecciones a un 2% de las explotaciones agrarias que se encuentran en zonas vulnerables a nitratos, por lo que es muy difícil identificar incumplimientos, malas prácticas o que no se estén siguiendo las recomendaciones para afrontar este problema.
Ecologistas denuncia que, una vez más, la realidad nos muestra que es necesario y urgente frenar la expansión de la ganadería industrial y sus macrogranjas, reducir la cabaña ganadera en intensivo y el uso de fertilizantes sintéticos y así iniciar la transición hacia un sistema alimentario sostenible, que permita revertir el problema de la contaminación del agua por nitratos en España y muchos otros impactos del modelo intensivo e industrial.
El problema de la contaminación del agua por nitratos no es exclusiva de España y en otros países, como Alemania, ya ha llevado a una reducción de la cabaña ganadera, en particular la del porcino. Justo ayer, se dictó sentencia contra el Gobierno holandés por sus medidas inadecuadas para reducir los niveles de nitratos en los Países Bajos.
El tribunal considera demostrado que los hábitats naturales de los Países Bajos se han deteriorado y que el Estado debe cumplir su propia ley y reducir en un 50% la carga contaminante de aquí a 2030.