Europa importó 7,2 millones de toneladas de aceite de palma en 2017, el 12 por ciento de la producción mundial. De este volumen, 3,8 millones de toneladas fueron utilizadas para la industria alimentaria
El 74 por ciento del aceite de palma que utiliza la industria alimentaria en Europa está certificado como sostenible del RSPO, frente al 44 por ciento en España, según el informe ‘Choosing sustainable palm oil’ realizado por la ESPO (European Sustainable Palm Oil).
La Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible ha colaborado con la elaboración del informe que estudia el «progreso» en la sostenibilidad del aceite de palma en Europa y en el mundo y ha mostrado su compromiso a la Declaración de Amsterdam, al que se han sumado varios países europeos –entre los que no está España– y organizaciones empresariales para lograr una cadena de suministro de aceite de palma cien por cien sostenible.
Según el sector, Europa importó 7,2 millones de toneladas de aceite de palma en 2017, el 12 por ciento de la producción mundial. De este volumen, 3,8 millones de toneladas fueron utilizadas para la industria alimentaria, mientras que el resto, 3,4 millones de toneladas, fueron dirigidos al sector energético. En España, los datos apuntan que el 44 por ciento del aceite de palma utilizado por la industria alimentaria está certificado como sostenible.
En la actualidad, el informe expone que el 99 por ciento del aceite de palma que llega a Europa es rastreable hasta el molino o almazara y que más del 84 por ciento del aceite de palma importado en Europa está cubierto por las políticas de sostenibilidad de las empresas ‘No deforestación, No siembra en humedales (peatlands) y No explotación de los trabajadores’. En España, hasta mediados de 2018 se vendieron 46.345 toneladas de aceite de palma sostenible certificado y 9.840 toneladas de aceite de palmiste sostenible certificado. Así, en base al informe de ESPO, el porcentaje de aceite de palma sostenible certificado en España ha aumentado desde el 30 por ciento de hace un año al 44 por ciento actual.
Sin embargo, España junto con Italia, con un 44 y un 43 por ciento respectivamente, son los países europeos más retrasados en cuanto al origen sostenible del aceite de palma que utilizan y quedan legos de países como Bélgica, Francia o Países Bajos, cuentan con porcentajes de aceite de palma sostenible superiores al 85% respecto al total de sus importaciones.