Excepcional no necesariamente significa agradable. El excepcional camino de Nadia Ghulam (1985, Kabul, Afganistán) empezó marcado por la guerra y por la dictadura talibán. Ahora comparte su historia para que tomemos consciencia del horror que puede causar el ser humano. ¡Y ojalá que la historia no se repita!
Al salir del centro, la realidad que se encontró fue que el régimen talibán había tomado el control del país. Este movimiento fundamentalista aplica la ley islámica en su forma más extremista y establece todo tipo de prohibiciones y represalias a quienes no la respetan, ensañándose especialmente contra las mujeres.
Ante esta situación de violencia y represión normalizadas, en la que las mujeres no podrían salir a la calle si no las acompañaba un hombre, Nadia tomó la decisión de hacerse pasar por su hermano Zelmai, que había fallecido. Así, durante diez años, entre los 11 y los 21 años, Nadia escondió su identidad para poder trabajar y alimentar a su familia. Mientras, no sin riesgo, conseguía su anhelo de aprender a leer y escribir.
En 2006 llega a Barcelona gracias a la intervención de l’Associació per als Drets Humans a l’Afganistan (ASDHA), donde se somete a intervenciones quirúrgicas para reconstruirse el rostro. Es acogida por una familia de Badalona y consigue un Ciclo Formativo de Grado Superior en Informática, Graduación en Educación Social así como un Máster en Intervención Internacional. Nadia Ghulman habla numerosos idiomas, dese pastún, dari y farsi a inglés, castellano y catalán.
Ha publicado tres novelas autobiográficas. La primera, El secreto de mi turbante (2010) ganó el prestigioso premio Prudenci Bertrana. Ha publicado también Cuentos que me curaron (2014) y La primera estrella de la noche (2016).
Se le concede la Mención Especial Mare Terra por ser un ejemplo de superación personal y de valentía, por transgredir las leyes de un régimen talibán en que los derechos y las identidades de las mujeres habían sido mutilados. Por compartir su experiencia, y la de sus compatriotas afganas, con una sociedad que necesita saber qué sucede en otras partes del mundo.