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sábado, marzo 25, 2023

Natalia Jiménez en BioCultura Crecí en la cultura de lo `bio´

Formada para ser doula en la Escuela Nagual de Madrid, Natalia Jiménez dedica desde entonces su vida a ayudar a mujeres a ser conscientes del proceso del parto de forma natural y a cómo hacer del postparto una experiencia satisfactoria a través de sus conocimientos en la alimentación macrobiótica y la crianza natural. Es directora de Nacimiento Consciente. Es también practicante de yoga desde los 10 años y profesora de yoga desde hace una década en la Universitat de València y codirige la escuela Green Yoga. Toni Cuesta habló con ella, habida cuenta de la próxima edición de BioCultura Valencia, ya que ella es una persona muy pionera y dedicada a la «movida bio» de todo el área valenciana.
Ella dice que “nunca me metí en el mundo ‘bio’, porque crecí en él. Desde pequeña crecí escuchando cosas sobre yoga y meditación, incluso a veces con mi hermana nos sentábamos en el césped vestidas de blanco y jugábamos a meditar (jajajaja). En mi casa siempre se comió siempre alimentación inteligente”.

CIUDAD AFORTUNADA
Señala Natalia que “creo que Valencia es una ciudad afortunada, por su huerta y por su mar y, aparte, por el gran crecimiento de la cultura ‘bio’ que ha tenido en los últimos tres años; en estos años, en proporción, podríamos decir que hay más consumo ecológico en Valencia que en ciudades como Madrid y Barcelona, siempre en proporción de espacio y habitantes. Aquí siempre puedes encontrar un herbolario con gente que al menos sabe lo que vende… Aquí hay muchos ejemplos de establecimientos con dependientes que saben muy bien lo que expenden”.

COMER BARATO SALE CARO
Y añade que “comer muy barato sale muy caro. Muchas veces, por desinformación, hay gente que no piensa en lo que come. Con la crisis hay gente que busca catálogos de comida en oferta sin pensar qué están comiendo y con qué alimentan a su familia. Estos suelen ser productos de muy baja calidad. Lo mismo pasa con la ropa. Detrás de algunas prendas muy baratas se esconden sistemas que al planeta le salen muy caros. Si la gente no piensa en que están haciendo daño al medioambiente, no saben que se están haciendo daño a sí mismos”. Pero, al mismo tiempo, advierte de que la crisis hace que muchas personas reflexionen: “Aumenta el número de ciudadanos que quiere saber qué consume, qué come. En Valencia tenemos ecomercados como KI Punto o Herbolario Navarro donde la atención es personalizada e inteligente. Puedes encontrar lo que quieras, todo en ecológico, y, en algunos sitios, a granel. Incluso hay restaurantes como Kimpira donde todo es ecológico y muy cuidado. Y tenemos multitud de escuelas de terapias y maestros terapeutas de un gran nivel en naturopatía, macrobiótica, etc.”.
Natalia apuesta por la alimentación ecológica sin ambigüedades: “Me proveo en los establecimientos citados anteriormente, porque los tengo muy cerca de casa, pero la verdura la compro directamente a un agricultor de Picaña (Rudoph) y/o a la cooperativa Aigua Clara de Ontinyent y Algemesí. Siempre tengo en cuenta que los alimentos sean locales, de temporada, etc.”.

Toni Cuesta

http://www.vidasana.org/ – ECOticias.com

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