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sábado, marzo 25, 2023

Turismo y Animales Santuarios de elefantes

La mayoría de los elefantes utilizados para paseos así como los que se encuentran en falsos centros de rescate de elefantes han sido capturados de la naturaleza como crías y “domesticados” a través de un método brutalmente cruel llamado “romperle el alma”.

Muchos falsos refugios permiten tocar a los animales, bajo la supervisión del «mahout» (el entrenador de los elefantes), que espera a cambio una propina por este servicio. Es frecuente ver a los «mahouts» empleando el «ankus», la herramienta tradicional para entrenar a los elefantes y que consiste en un palo largo con puntas de metal afiladas en su extremo, y que se utiliza para controlar a los elefantes. La simple amenaza de su uso, recuerda a los elefantes el dolor y permite que sean entrenados, lo que hace posible el manejo de los animales.

En algunos pseudos-santuarios, los visitantes pueden observar cómo se alimentan a las crías o incluso hacerlo ellos mismos – pagando un suplemento en la mayor parte de los casos. Estas crías, si no son huérfanas reales rescatadas de su estado salvaje, suelen ser separadas de sus madres prematuramente para estos “espectáculos”.

No hay ninguna necesidad de criar elefantes asiáticos para reintroducirlos en su hábitat, porque existen ya muchas áreas empeñadas en mantener controlada la población salvaje que vive allí. Ahora es ilegal en Sri Lanka capturar elefantes salvajes para mantenerlos en cautividad, excepto en circunstancias excepcionales, y parece que se sigue esta política para proporcionar animales para el mercado de la cautividad, y muy posiblemente para instituciones donde el bienestar de los animales no está garantizado. Asimismo, los elefantes no crían bien en cautividad y, a pesar de la longevidad de estos animales, nunca se han mantenido por sí mismas poblaciones cautivas: siempre han sido necesarios nuevos animales procedentes de poblaciones en libertad.

Es frecuente ver elefantes encadenados -recordemos que son animales altamente sociales, de manera que algunos permanecen en aislamiento y se angustian al no poder estar en manada. Las posibilidades de movimiento son así muy limitadas, e incluso, en algunos casos, impide el acceso al agua potable.

El «musth» es una condición que sufren los elefantes machos adultos y que se caracteriza por la presencia de altos niveles de testosterona. Esto sucede alrededor de una vez al año, y dura unas cuantas semanas. Durante este periodo, los animales experimentan un incremento del deseo sexual, y son capaces de recorrer distancias más largas de lo habitual: es una combinación de comportamientos que, en estado salvaje, llevan a una dispersión genética que resulta vital para la supervivencia de la especie. En el caso de los elefantes en cautividad, el confinamiento y las limitaciones de la actividad sexual pueden llevar a la agresión y a tendencias destructivas durante este periodo. Por esta razón, se suele atar a los machos durante el «musth», lo que les frustra y angustia todavía más, dificultando aún más su manejo. Es por eso que es frecuente que esta práctica llegue al punto de atar a los animales durante semanas, ya que estas instalaciones no disponen de otros métodos para manejarles. Es claro que esta práctica compromete el bienestar de los animales.
 

Romperle el alma a los elefantes

 

Para controlar y someter a estos enormes animales, se les suele privar de comida y agua y de todo contacto social aislándolos, encadenarlos limitándoles todo movimiento, privándoles de sueño y descanso y golpearlos con ganchos metálicos en lugares sensibles -orejas y ojos.

 

El Pajaan es una práctica de “adiestramiento” o mal llamada “domesticación” de elefantes que se lleva a cabo en Tailandia desde hace muchos siglos y que desafortunadamente (para los elefantes) ya ha llegado a formar parte de la cultura de este país.

La finalidad de este adiestramiento es la de “romper el alma” de los animales para que se conviertan en seres sumisos y totalmente incapaces de desobedecer a las órdenes de los humanos. Esto se consigue separando a los jóvenes elefantes de sus madres (algo que de por sí ya es muy traumático en estos animales altamente sociales), luego encerrándolos en jaulas donde no pueden ni moverse y golpeándolos durante varios.

Cuanto más se intenta rebelar el animal más golpes recibe. Estos animales nunca serán capaces de olvidar lo que han vivido y después del pajaan siempre tendrán miedo a los hombres y por miedo harán lo que estos les pidan.

Tan sólo en 12 años, en el estado indio de Kerala, han muerto unos 1,000 elefantes durante su «entrenamiento».

Existe evidencia gráfica irrefutable de este proceso, como este video de National Geographic (Training Crush) y este fotoreportaje de el Magazine.

 

Pinewalla, en Sri Lanka, un falso santuario.

Un informe de The Born Free Foundation

El Santuario de Pinnewala es una de las atracciones de animales más populares de Sri Lanka. Aunque las condiciones de vida de los elefantes de otros centros de la región puedan ser incluso peores, el bienestar de los animales en este centroes causa de preocupación para muchos expertos.

Pinnewala se fundó en 1975 con cinco elefantes jóvenes. Actualmente, hay unos 85 animales, desde aquéllos nacidos en las instalaciones –ha habido más de cincuenta nacimientos en que las crías han sobrevivido a los primeros meses, aunque no todos viven ya en Pinnewala–, hasta elefantes de una edad estimada de 40 años o más.

Los animales pasan la noche en el emplazamiento principal, y a media mañana se les lleva hasta el río Maha Oya, a unos 500 metros de distancia, para la sesión de baño, que suele durar dos horas. Este paseo les lleva a lo largo de la calle principal de la ciudad, bordeada de tiendas de regalos, tenderetes, restaurantes y otros establecimientos turísticos. Durante la sesión de baño, los turistas pueden ver cómo juegan los animales en el río mientras sus cuidadores les bañan. Se anima a los visitantes más intrépidos a tocar a los animales, bajo la supervisión del «mahout» (el entrenador de los elefantes), que espera a cambio una propina por este servicio.

Alrededor del mediodía, los animales se llevan de vuelta al emplazamiento principal, donde se les deja pastar durante unas cuantas horas, mientras los turistas los ven a distancia. En ese momento, los elefantes bebé son guiados hasta el establo, donde se les da leche directamente de una botella mientras los turistas los observan y, si pagan un suplemento, incluso los pueden alimentar. A media tarde, los elefantes son guiados de nuevo hasta el río para otra sesión de baño y, unas horas más tarde, se les devuelve al emplazamiento principal para pasar la noche.

Es frecuente ver elefantes encadenados en Pinnewala, a menudo en circunstancias angustiosas, incluso durante el baño. En un caso concreto, un elefante estaba encadenado a una roca, tensionando la cadena que le sujetaba, visiblemente angustiado porque no podía seguir a la manada. En las instalaciones principales, se pueden observar varios elefantes atados a árboles y algunos con heridas en los tobillos. Las posibilidades de movimiento son así muy limitadas, e incluso, en algunos casos, impide el acceso al agua potable durante la mayor parte del tiempo en el que están así dominados.

Se sabe que es habitual atar a los machos adultos de Pinnewala durante el «musth». Es claro que esta práctica compromete el bienestar de los animales.

También es fácil ver a los «mahouts» empleando el «ankus». Cuando se les pregunta, los «mahouts» de la mayoría de estos lugares normalmente dicen que, aunque llevan el «ankus», raramente lo usan, pero, desafortunadamente, éste no es siempre el caso.

El papel de un «santuario» o «orfanato» también colisiona con la política que se ha comprobado se sigue en Pinnewala respecto al fomento de la cría. En este contexto, Pinnewala tiene un exitoso récord de cría en cautividad. A pesar de ello, dos de los bebés nacidos en sus instalaciones en 2004 no sobrevivieron; uno nació muerto y el otro murió cuando su madre le estrelló contra el suelo poco después de nacer.

Maesa Elephant Camp en Tailandia, un pseudo-santuario a evitar

Reconocidos expertos en la protección de los elefantes a nivel mundial nos indican que este centro es uno más de los centros que abusan de elefantes para que los turistas realicen escursiones sobre ellos o los vean actuar en espectáculos denigrantes. Imagenes aparecidas en televisión muestran a estos magníficos animales siendo forzados a tocar instrumentos, jugar a fútbol o incluso «pintar» con la trompa. Siempre con su «mahout» bien cerca agarrando el «ankus». Este centro es simplemente una operación comercial turistica.

Elephant Transit Home en Sri Lanka, un refugio de verdad

La Fundación Born Free apoya el Elephant Transit Home (ETH) en Udawalawe, en el sur de Sri Lanka. Estas instalaciones alojan a las crías de elefantes salvajes bebés que han sido separados de sus madres y los cuidan hasta que pueden ser devueltos a su hábitat natural. Sin embargo no realizan con ellos espectáculos y proporcionan a sus animales un estilo de vida lo más «natural» posible.

Los animales jóvenes pasan los días vagando en libertad en una sección del Parque Nacional de Udawalawe, donde unos cuantos miembros de la plantilla del ETH les observan a distancia. Se les alimenta a intervalos de tres horas, en un establo construido especialmente para alimentarles, y es el único momento durante el cual los turistas pueden verles, desde una plataforma separada del recinto en sí. Los turistas no pueden de ninguna de las maneras ni bajo ningún concepto tener contacto físico con los animales. El personal reúne a los elefantes en manada en el recinto, y los manejan con varas finas. Entre la población local y los turistas que nos visitan, es muy popular ir a ver cómo se alimentan, ya que se ve los animales contentos, relajados y llenos de personalidad.

Boon Lott’s Elephant Sanctuary en Tailandia, un buen santuario

El refugio de elefantes Boon Lott’s está altamente recomendado por expertos en la protección de los elefantes. Un lugar donde el respeto a los animales y su bienestar priman por encima de todo. El nombre del santuario, que significa superviviente en tailandés, está dedicado a la primera cría de elefante que rescataron y cuya historia muestra la lucha por la protección de un animal afectado tanto por la industria turística como por el uso de elefantes para la tala ilegal. Os invitamos a conocerla aqui.

Elephant Nature Park en Tailandia, un centro recomendado

Los compañeros de YourtimeTravels, que han conocido de cerca muchos de los centros de elefantes de Tailandia, no dicen que en ese país sólo recomiendan como santuario real el Elephant Nature Park, donde no encontraréis nunca animales realizando espectáculos y donde llevan a cabo una tarea de rescate de animales ejemplar.

http://turismo-responsable.com/ – ECOticias.com

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