Cerca de 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 2.500 millones no poseen saneamientos adecuados, según cifras de Naciones Unidas. La Organización Mundial de la Salud alerta de que en diez años habrá 2.000 millones de personas que sufrirán la escasez de agua, no podrán llevar una vida sana y no tendrán una higiene adecuada. Esta es la situación cuando el 22 de marzo celebremos el Día Mundial del Agua.
“El agua potable es un recurso muy escaso en muchas zonas del mundo. Su importancia es tal, que muchos países ya están diseñando sus políticas geoestratégicas en torno a ella”, explica Patricia Rodríguez, responsable del Departamento de Proyectos de Misiones Salesianas.
Los misioneros salesianos llevan años trabajando para acercar este recurso imprescindible para la vida de miles de personas, sobre todo, en África. Así, se han construido pozos que han mejorado las condiciones de vida y la salud de las personas y han ayudado al desarrollo rural de las comunidades. “Además, los misioneros hacen un gran esfuerzo educando a las poblaciones para la protección de los acuíferos y el mantenimiento de las infraestructuras de agua y saneamiento”, añade Rodríguez.
Es necesaria una mejor redistribución de este recurso vital y una mayor concienciación sobre un consumo responsable. “Es una responsabilidad compartida por todos velar por la conservación y la protección de las reservas de agua dulce, no sólo de nuestra nación sino del mundo entero”, argumenta Rodríguez.