En la actualidad el 60% de los tanques de almacenamiento de combustibles de las estaciones de servicio son de pared simple. La pérdida de estanqueidad del recipiente posibilita la contaminación directa del entorno. La modificación les daría más tiempo de vida, aumentando la posibilidad de vertidos y accidentes, como demuestran los estudios.
La seguridad en el almacenamiento de gasolina y otros productos petrolíferos líquidos podría reducirse peligrosamente en gasolineras y otras instalaciones. El Ministerio de Industria estudia la modificación de un reglamento para rebajar los sistema de detección de fugas y ampliar el plazo de incorporación de tanques de doble pared. Estos cambios, impulsados por empresas petroleras, supondrían una amenaza para las personas y para el medio ambiente, como subraya Ecologista en Acción. La contaminación del suelo por hidrocarburos es la tercera causa de contaminación del suelo.
La reglamentación vigente de instalaciones petrolíferas (RD 1523/1999) exige que los sistemas para la evaluación de la estanqueidad deberán ser capaces de detectar fugas menores o iguales a 100 mililitros por hora (ml/h). Con la modificación del reglamento que estudia el Ministerio en estos momentos, el límite podría subir hasta los 400 ml/h. Además se ampliaría el plazo de sustitución de tanques de simple pared por otros de doble pared hasta el año 2040.
En la actualidad el 60% de los tanques de almacenamiento de combustibles de las estaciones de servicio son de pared simple. La pérdida de estanqueidad del recipiente posibilita la contaminación directa del entorno. La modificación les daría más tiempo de vida, aumentando la posibilidad de vertidos y accidentes, como demuestran los estudios.
La contaminación del suelo por hidrocarburos es la tercera causa de contaminación del suelo, tal y como queda reflejado en las guías publicadas por IHOBE, Agencia medioambiental del País Vasco. Estudios de la Agencia de Medioambiente de EE UU reconocen que el 20% de tanques enterrados de simple pared son susceptibles de vertidos por pérdida de estanqueidad y que el 60% de los vertidos alcanzan finalmente los acuíferos. Un solo litro de hidrocarburo puede contaminar un millón de litros de agua.
El hecho de que el Ministerio de Industria estudie la modificación de la normativa, parece obedecer a las presiones de petroleras como Cepsa y Repsol. Las alegaciones fundamentadas de colectivos del sector y de administraciones del País Vasco, Asturias y Cataluña están siendo ignoradas.
Ecologistas en Acción rechaza una modificación que aumenta la posibilidad de más fugas y vertidos y, por tanto, el riesgo de explosiones y de contaminación de suelo y agua. Además, la modificación también permitiría eludir responsabilidades ambientales de las grandes operadoras petroleras, transfiriendo el problema de eventuales vertidos a los franquiciados de las gasolineras y, en último caso, a las arcas públicas. La modificación perjudica también a los fabricantes españoles que desarrollaron e invirtieron en sistemas de detección de fugas muy precisos.