El nuevo motor de madera que ha llegado al sector deja fuera de juego a los modelos de hidrógeno y eléctricos. La noticia sobre el primer motor de energía eólica dejó al sector sin palabras, un escenario que vuelve a repetirse con este revolucionario combustible. Pese a que a muchos les suene extraño recurrir a estas fuentes de energía para crear combustible, cambiar de hábitos es vital para la supervivencia del ser humano.
Los combustibles fósiles han generado mucho daño a la atmósfera. Sus emisiones han traído de la mano contaminación y la instalación del cambio climático, dos realidades que estamos padeciendo en carne propia. Sin ir más lejos, ya hay varias zonas de nuestro país que han modificado radicalmente su clima.
La quema de petróleo, carbón y gas natural para el transporte, la producción de electricidad y los procesos industriales emite grandes emisiones de CO2. Si bien el dióxido de carbono no es tóxico, altas concentraciones del mismo pueden causar dificultades en la respiración.
Llega un nuevo motor de madera: deja KO al de hidrógeno
El fabricante japonés Yamaha ya ha comenzado a reemplazar algunos de los componentes de plástico de sus motores por otros realizados a base de una resina extraída a partir de la madera. Estos componentes son más ligeros y fácilmente reciclables y pueden dar paso a una nueva generación de motores para el transporte más eficiente y menos contaminante que el actual.
Ese nuevo compuesto se denomina CNF (composite de reina de nanofibras de celulosa) y se fabrica mezclando las fibras de madera con resinas como el polipropileno. Sus creadores aseguran que este compuesto es un 25% más ligero que las resinas que se emplean en los componentes de los motores.
Además de ser mucho más reciclable y dejar a un lado el plástico, evita las emisiones de CO2 producidas durante su fabricación. El plan de la empresa japonesa es usar los nuevos elementos en los motores de motos acuáticas este año, aunque también baraja la posibilidad de emplearlos en motos de carretera y otros productos.
El CNF no se empleará para las piezas más importantes de los motores. Se reservará para la producción de carcasas de plástico, termostatos, bombas de agua o poleas de motor. Nippon Paper Industries es la compañía detrás de la fabricación de las nuevas piezas. Tiene sede en Tokio y se especializada en la fabricación y distribución de artículos de papel.
Esta será la primera vez que se utilizará CNF para fabricar elementos para motores. Ambas compañías se han comprometida a seguir investigando estos materiales para ver hasta dónde llega su potencial.
El empleo de este tipo de materiales puede disminuir el peso total de los motores. Así se convertirían en productos más eficientes y aumentarían el rendimiento de su combustible. Además, la forma en la que se fabrican baja la emisión de gases de efecto invernadero y son fáciles de reciclar.
El nuevo motor de madera cambia el sector del automóvil: adiós al hidrógeno
Sin embargo, además de hallar materias primas para los motores es necesario encontrar otros nuevos productos para fabricar componentes clave para los transportes del futuro y el uso de las fuentes de energía renovables. En el contexto de descarbonización en el que está sumergida la sociedad, uno de los puntos que más preocupa es la crisis de materiales.
La compañía japonesa ya está empezando a sustituir algunos de sus componentes de plástico de sus motores por otros más ligeros y reciclables hechos a base de resina de madera. Con esta información, queda demostrado que el motor de hidrógeno va quedando en el olvido para dejar paso a modelos como el de madera.


















