Durante un largo tiempo la industria automotriz ha buscado diversas maneras de crear una movilidad cada vez más sustentable y sostenible, esto mismo es con la finalidad de dejar totalmente a un lado los coches con grandes emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo la tecnología nunca antes llegó tan lejos como para crear el primer motor de energía eólica.
Grandes avances y retrocesos en la movilidad sostenible
Durante un largo tiempo se ha hablado de las grandes repercusiones que puede tener un coche impulsado por combustible fósil, incluso su fabricación puede contar con cantidades alarmantes de emisiones contaminantes que pueden potenciar los grandes cambios climáticos que hemos visto en el último tiempo.
Durante un largo tiempo la movilidad eléctrica se estableció como los coches promesa, que no solo aportaban una gran eficiencia, una rapidez inédita y un buen confort, sino que también contribuían para reducir y mitigar las emisiones de carbono de los coches. A pesar de ello, estas movilidades presentan un gran problema relacionado con el costo total, el cual puede estar sumamente elevado y limitar sus compradores.
Por otro lado, los coches de combustión de hidrógeno también parecen ser una gran solución ya que ofrecen un grado de emisiones de carbono mínima y tienen un rendimiento similar a cualquier otro, con la evidente diferencia de que su combustible es netamente de hidrógeno por lo que no contaminaría el medioambiente.
A pesar de estos beneficios los coches de hidrógeno también presentan algunas dificultades relacionadas con el transporte de este combustible y los escasos centros de reportaje.
Un cambio totalmente inesperado: el primer motor de energía eólica
Para solucionar todos los problemas previamente planteados, José Raúl Tirapu Manero creó el primer generador eólico destinado a movilidades, este mismo promete cero emisiones y podría ser la solución a los grandes problemas relacionados con las movilidades sostenibles en la actualidad.
Lo mencionado anteriormente podría ser posible si se implementa un sistema de instalación de palas justo detrás de la rejilla del automóvil, colocadas de manera transversal al eje del coche y luego serían conectadas a un eje que funcionaría como el rotor de un generador eléctrico, es decir, serviría para alimentar a una movilidad electrica.
Esto mismo ocurriría durante el desplazamiento del coche, el flujo de aire que atraviese la rejilla, impactará en las palas generando un movimiento que se transmitirá al eje rotor y así activará los generadores, produciendo posteriormente energía eléctrica. Esta energía recolectada será destinada a recargar las baterías de los vehículos eléctricos, aprovechando de la mejor manera la energía cinética del movimiento para alimentar el motor.
Importantes datos a tener en cuenta con esta innovación
Básicamente, al usar un motor de combustión para generar viento y hacer que el coche avance, terminamos perdiendo energía. Esto se debe a que la electricidad que obtenemos de ese dispositivo es menos de la que se necesita para hacer funcionar el motor del vehículo, teniendo en cuenta la ley de la conservación de la energía.
En resumen, aunque se quiera generar electricidad con el viento, si estamos utilizando un motor de combustión para crear ese viento y hacer que el coche avance, al final estamos desperdiciando energía creada. Sin embargo, son detalles que pueden pulirse para crear un motor de energía eólica totalmente funcional.
El desarrollo del primer motor de energía eólica para vehículos eléctricos presenta una nueva y emocionante perspectiva en la búsqueda de la movilidad sostenible y sustentable. Aunque, por el momento enfrenta desafíos técnicos, su capacidad para generar energía limpia mientras el vehículo está en movimiento es más que prometedora para un futuro más ecológico en el transporte.