La NASA ha creado un motor sin combustible que ha pasado a los libros de historia. El motor que permite viajar a la velocidad de la luz ya fue un hallazgo, pero lo que ha hecho la NASA sobrepasa todos los límites. Actualmente, ya es innegable que la era de los combustibles fósiles está llegando a sus últimos días. La emergencia climática y las obligaciones impuestas en los tratados internacionales están frenando el uso de las fuentes de energía a las que el ser humano ha recurrido durante generaciones.
Pese a su eficiencia, el precio a pagar es una alta huella ambiental, por lo que se ha decidido de manera internacional encontrar nuevas opciones más compasivas con el medio ambiente. El sector del transporte en todas sus modalidades es uno de los más afectados por esta situación, ya que los diferentes vehículos que utiliza la humanidad recurren a combustibles fósiles. En este contexto, hemos visto llegar nuevas alternativas que contemplan opciones tan revolucionarias como el uso de la electricidad o el hidrógeno.
Sin embargo, la NASA podría tener en sus manos la solución definitiva para acabar con los combustibles contaminantes: un motor sin combustible.
La NASA apuesta por un motor revolucionario: pensaban que era imposible
En el año 2016, un fanático de la NASA publicó un borrador en el que aparecían investigaciones sobre un motor rotatorio que no utilizaba ningún combustible. La filtración tuvo lugar en un foro de entusiastas de esta tecnología en Nasa Spaceflight por un fan australiano de EmDrive llamado Phil Wilson, apodado “el viajero”. Los moderadores del foro optaron por borrar el post, dado que el artículo oficial no había sido publicado como se preveía en el American Institute of Aeronautics and Astronautics (IAA).
No obstante, la información terminó llegando lejos. El sitio de noticias de ciencia y tecnología Next Big Future lo publicó y cargó varios diagramas, advirtiendo que el contenido ya era de dominio público. Se reveló que, tras algunos errores, pudieron medirse 1,2 milinewtons/kw. El estudio mostró el trabajo que los ingenieros de la NASA llevaban realizando desde 2006 para generar motores rotatorios.
Cabe destacar que el equipo de investigadores forma parte de NASA Eagleworks. Lograron la creación de un nuevo propulsor que ofrece 3,33-6,67 micronewtons/kw. Además, durante la prueba el prototipo logró una rotación de 270º durante 32 minutos. Monta un magnetrón que genera unas diminutas ondas que van dirigidas a un recipiente de metal cónico, cerrado y aislante. En definitiva, funciona con una cavidad resonante.
Un dato relevante es que se necesita la instalación de una fuente de energía que provoque las ondas que se reflejan en el interior, pero no dispone de ninguna parte móvil ni necesita ningún combustible, según Wikipedia. Si este experimenta lograra sentar sus bases, el mundo del transporte tal y como lo conocemos sería otro. Podría utilizarse para propulsar vehículos en cualquier forma de viaje: terrestre, marítimo, submarino, aéreo y espacial.
La NASA trabaja en un motor sin combustible
El documento resulta emocionante para los fanáticos de EmDrive, puesto que la NASA aseguraba que había replicado el trabajo que el científico-ingeniero británico Roger Shawyer efectuó en 2006 para crear propulsores giratorios y demostrar que el dispositivo responde a las Leyes del Movimiento de Newton.
“Es todo muy lento, pero muy convincente. Se está llevando a cabo un trabajo muy serio y espero ver muchas cosas emocionantes sobre el EmDrive en las noticias en un futuro próximo”, apreció Shawyer en conversación con IBTimes UK. “Es una buena publicidad, pero en realidad no es nada nuevo. Pero para las personas que son realmente escépticas al respecto, ver que algo se mueve es lo más importante. Cuando Galileo fue juzgado por la Iglesia Católica en 1633, se dice que dijo que la Tierra se movía alrededor del Sol: ‘Aun así, se mueve’”.
El documento de Eagleworks de la NASA parece demostrar que el EmDrive funciona, pero todavía existen dudas sobre si finalmente podrá implementarse. Sea como fuere, la NASA ya ha hecho historia con el estudio del primer motor sin combustible. Un hito que podría volver a repetir con el lanzamiento de una nave solar al espacio.