La compañía francesa TotalEnergies ha aceptado formalmente la condena emitida por el Tribunal Judicial de París por prácticas comerciales engañosas, en lo que representa la primera sentencia en Francia contra una petrolera por insuflarse de lavado de imagen verde (o “greenwashing”).
El greenwashing es una estrategia de comunicación o marketing mediante la cual una empresa, organización o institución pretende mostrarse como ambientalmente responsable o sostenible, cuando en realidad sus prácticas tienen poco o ningún impacto positivo real en el medioambiente.
En otras palabras, se trata de una forma de engaño o manipulación publicitaria: las compañías usan mensajes, imágenes, etiquetas o campañas que sugieren un fuerte compromiso ecológico, pero sus acciones reales contradicen o minimizan ese compromiso.
Si, pero no.. por parte de TotalEnergies con respecto a su condena de greenwashing
TotalEnergies no cuestiona la condena de la Justicia francesa por lavado de imagen verde, conocido como ‘greenwashing‘, pero la petrolera francesa defiende su modelo de negocio, que subraya que está «al servicio de sus clientes y a la construcción del sistema energético del futuro».
En un comunicado publicado este viernes, un día después de esa condena dictada por el Tribunal Judicial de París, TotalEnergies confirma que no la recurrirá y, sobre todo, minimiza su alcance.
Al respecto, señala que no se le reprochan más que «tres párrafos» de un texto que había puesto en su web y subraya que la razón es que no había «especificado el escenario en el que se asienta la estrategia multienergías (petróleo, gas, electricidad) de transición de TotalEnergies«.
En cualquier caso, sustituirá esos tres párrafos por «una descripción factual de lo que TotalEnergies ha hecho hasta ahora para la puesta en marcha de su estrategia multienergías para disipar cualquier duda de sus clientes».
Más allá de esa puntualización sobre las consecuencias que saca de la sentencia, la compañía francesa insiste en que «está orgullosa» de producir petróleo para aprovisionar a los franceses y de haberse convertido en el ‘número tres’ mundial del gas natural licuado (GNL).
Pero más allá de esa actividad central en los hidrocarburos, reivindica sobre todo su apuesta por «la transición energética y las nuevas energías, la electricidad, las renovables, los biocarburantes y las estaciones de recarga eléctrica».
A ese respecto, señala que ha invertido 20.000 millones de euros en todo el mundo desde 20202 en las llamadas energías bajas en carbono, lo que incluye las renovables, pero no sólo, de los cuales 4.000 millones en Francia.
Y recuerda que va a construir el mayor proyecto de renovables en Francia, una central eólica marina por 4.500 millones de euros.
Hace notar que ya tiene instalados más de dos gigavatios de potencia renovable en Francia, 1.900 estaciones de recarga rápida de electricidad en sus gasolineras en las autopistas del país o que ha invertido 1.000 millones en dos plantas también en Francia para producir biocarburantes.
«Aunque no guste a los que siguen acusándonos de ‘greenwashing’ pese a todo lo que ya hemos hecho por la transición energética en Francia y en el mundo, estamos orgullosos de poner toda nuestra energía al servicio diario de nuestros clientes, de contribuir a la seguridad energética global y de participar a la construcción del sistema energético del futuro«, concluye.
La condena dictada el jueves en su contra, la primera contra una compañía del sector de los hidrocarburos por alegaciones en particular sobre el objetivo de la neutralidad de carbono, puede crear un precedente judicial y es una victoria para los denunciantes: cuatro oenegés ecologistas.
El Tribunal Judicial, que considera que TotalEnergies realizó prácticas comerciales engañosas, exige la retirada de varias afirmaciones en una campaña de comunicación, en particular al presentarse como «un gran actor de la transición energética» que tiene el objetivo de la neutralidad de carbono para 2050.
Para las oenegés demandantes, la estrategia de TotalEnergies que sigue centrada en la explotación de hidrocarburos, con «cerca del 80 % de las inversiones» dirigidas a combustibles fósiles, está «en contradicción flagrante con los objetivos del Acuerdo de París«.
A pesar de reconocer la condena, TotalEnergies defiende con firmeza su modelo de negocio. Expresa orgullo por continuar produciendo petróleo y gas y por haberse convertido en uno de los grandes actores mundiales del gas natural licuado.
Al mismo tiempo, recalca su apuesta por energías bajas en carbono, electricidad, renovables, biocombustibles y redes de recarga.
Desde el punto de vista de las ONG y del tribunal, el problema residía en que las afirmaciones de neutralidad de carbono para 2050 y de papel de “gran actor de la transición energética” de TotalEnergies podían inducir a error al consumidor, dado que la estrategia sigue centrada en gran parte en producción de combustibles fósiles. EFE / ECOticias.com














