El Amazonas 3 es un enorme satélite desarrollado con tecnología española. Se encuentra en una gigantesca sala en Palo Alto, California, prácticamente listo para que Hispasat lo lance el próximo mes de febrero desde Kourou
Hispasat lanzará en febrero de 2013 el Amazonas 3, un potente satélite de comunicaciones con tecnología española que dará cobertura a Latinoamérica y Europa y llevará internet allí donde todavía no lo hay.
El Amazonas 3 es un enorme satélite desarrollado con tecnología española. Se encuentra en una gigantesca sala en Palo Alto, California, prácticamente listo para que Hispasat lo lance el próximo mes de febrero desde Kourou (Guayana francesa) a bordo de un cohete Ariane 5.
Fabricado y ensamblado por Space System/Loral, tendrá una posición orbital 61º Oeste, o lo que es lo mismo, a 36.000 kilómetros en picado por encima de Brasil. Dará cobertura a Latinoamérica -su mayor objetivo de negocio y donde será el primero en operar en banda ancha (banda ka)-, Europa y norte de África durante sus quince años de vida útil. Rebotará las señales de televisión y telefonía fija y móvil, desplegará redes de teleenseñanza y telemedicina y ayudará a llevar internet a las zonas más aisladas donde la población todavía no tiene acceso a la Red.
El Amazonas 3 tiene 26 metros de envergadura con los paneles desplegados y una altura de ocho metros. Algunos de sus componentes han sido proporcionados por empresas españolas, como las antenas, divisores de potencia, adaptadores o trasmisores de telemetría. Su construcción, que ha llevado dos años, es delicada hasta el extremo y, aunque parezca mentira en algo tecnológicamente tan puntero, esencialmente manual. Un laborioso puzzle en tres dimensiones que gira alrededor de un cilindro central, la estructura principal a la que se añade cada pieza como si fuera un mecano preparado para sobrevivir en condiciones ambientales extremas: desde los -170ºC a los 125ºC, radiación, ausencia de gravedad y posibles choques con meteoroides. Para comprobar que será capaz de operar correctamente a temperaturas máximas y mínimas el satélite ha pasado por una serie de rigurosas pruebas y varios chequeos.