Uno de los puntos fuertes de la Consulta de Atención Inmediata (CAI) es la buena coordinación que existe entre los médicos de primaria y los especialistas del Hospital
El Hospital Universitario Vall d’Hebron dispone de una consulta de atención inmediata de ginecología para facilitar el estudio y tratamiento de las pacientes con cáncer ginecológico que son derivadas, principalmente, desde los centros de atención primaria de la zona de referencia, pero también desde otros hospitales de Barcelona y de toda Cataluña, en el caso de pacientes complejas. Se puso en marcha hace dos años como experiencia pionera para facilitar el cribado rápido de los cánceres ginecológicos –muy desconocidos entre la población– y, actualmente, se ha convertido en una consulta de referencia por la que ya han pasado 205 pacientes y en la que se han diagnosticado 110 cánceres ginecológicos (de los cuales 88 se han intervenido quirúrgicamente).
Uno de los puntos fuertes de la Consulta de Atención Inmediata (CAI) es la buena coordinación que existe entre los médicos de primaria y los especialistas del Hospital, ya que es el mismo médico del centro de atención primaria quien deriva a las pacientes directamente a Vall d’Hebron cuando sospecha que pueden tener algún tipo de cáncer ginecológico u otra patología ginecológica. Esto conlleva que las pacientes puedan ser diagnosticadas rápidamente y tratadas quirúrgicamente en un período aproximado de un mes desde el diagnóstico, o que sean derivadas a otros servicios, en aquellos casos en que se ha descartado el cáncer.
El 53% de las pacientes que acude a esta consulta son diagnosticadas de algún tipo de cáncer ginecológico y el 83% requiere una intervención quirúrgica.
El Dr. José Luis Sánchez, responsable del CAI, asegura, tras dos años de funcionamiento, que «este circuito permite reducir demoras innecesarias y facilita que las pacientes puedan visitarse de forma rápida con un especialista, cosa que aumenta la calidad de la asistencia que se les da«.
El cáncer ginecológico: el gran desconocido
La incidencia total del cáncer ginecológico, excluyendo el cáncer de mama, en el Estado español es de aproximadamente un 17% de la población (según los datos estadísticos del Globocan de 2008).
Los cánceres ginecológicos más frecuentes son el de endometrio, con una incidencia de 10.9/100.000 habitantes, el de ovario, con un 8/100.000 habitantes, y el de cérvix, con un 3/100.000 habitantes. Los menos frecuentes son el de vulva y vagina.
Dentro de este grupo de tumores, el de ovario es el que presenta una mayor tasa de mortalidad, de cerca del 4/100.000 habitantes, seguido del de cuerpo uterino, con un 2/100.000 habitantes, y el de cérvix 1.9/100.000 habitantes. El cáncer de ovario se presenta en el 80% de los casos en un estadio avanzado y en mujeres de unos 60 años de media, a las que se opera y se administra quimioterapia. En el caso del cáncer de cérvix, la edad media de las mujeres a las que se diagnostica es de 48 años. Si la enfermedad se diagnostica en estadios iniciales, el tratamiento consiste en realizar una intervención quirúrgica, mientras que si se diagnostica en fases más avanzadas, el tratamiento se basa en radioterapia y quimioterapia. Además, el cáncer de cérvix tiene como principal factor de riesgo el virus del papiloma humano (VPH), presente en más del 99% de los tumores, al igual que en el cáncer de vagina y vulva, aunque en estos casos el porcentaje baja al 40%. Por este motivo, los especialistas insisten en la importancia de la vacunación contra el VPH.
El Dr. José Luis Sánchez, responsable del CAI, asegura que «la dificultad de tener actualmente pruebas de diagnóstico precoz, exceptuando el cáncer de cérvix, la incidencia media de esta enfermedad, la falta de información y algunos mitos dificultan y subestiman la importancia del cáncer ginecológico en la población femenina».
La Unidad de Ginecología Oncológica y Patología del Tracto Genital Inferior del Hospital Universitario Vall d’Hebron, formada por 8 profesionales, atiende cada año a unas 8.500 pacientes y realiza casi 500 intervenciones quirúrgicas.