Microsoft Band es una innovadora pulsera cuantificadora que es compatible con dispositivos móviles basados en Windows, Android e iOS, y que además se asocia de forma total con el nuevo servicio que la empresa de Redmond ha creado en torno a este segmento: Microsoft Health.
Empecemos por el principio, el diseño y las especificaciones del aparato. En cuanto a lo primero, no hay sorpresas, la Microsoft Band tiene forma de pulsera de dimensiones ajustadas coronada por una pantalla a color -se parece mucho a la Gear Fit de Samsung-, la cual han construido en elastómero plástico térmico negro (una forma fina de decir plástico) y dispone de cierre ajustable.
Por el lado de las especificaciones técnicas, la pantalla es TFT táctil de 1,4 pulgadas y 320 x 106 píxeles de resolución, y tiene una batería doble de 100mAh que según ellos rinde 48 horas en uso normal y se recarga al completo en una hora y media. También dispone de conectividad Bluetooth 4.0, micrófono, motor de vibracion y el círculo lo cierran un montón de sensores: acelerómetro, giroscopio, girómetro, GPS, de luz ambiental, de temperatura de la piel y otro de resistencia eléctrica de la piel, de radiación ultravioleta y capacitivo.
Pero ya se sabe que el hardware por sí solo no vale nada. Es el medio para un fin, las funcionalidades, y a este particular la Microsoft Band no se queda a atrás respecto a dispositivos similares de otras compañías (y a varios los supera por bastante). Las podemos dividir en dos grandes bloques, las enfocadas al seguimiento de actividades físicas, y las centradas en productividad.
Poniendo el foco en las primeras, tenemos que la pulsera monitoriza las calorías consumidas en ejercicios, patrones de sueño, la frecuencia cardiaca, distancias recorridas, recorridos que se realicen o rayos UV. En definitiva, recopila información importante relacionada con ejercicios físicos y la salud, que posteriormente es procesada en una plataforma de software -la veremos en el siguiente apartado- para brindar aún más funciones.
En paralelo al dispositivo que nos ocupa, los de Redmond también han presentado Microsoft Health, una plataforma de software en la nube similar a Apple HealthKit y Google Fit a la que la pulsera, otros aparatos cuantificadores y aplicaciones/servicios de terceros pueden mandar los datos de actividad monitorizados.
La conclusión es que, al menos a priori, la Microsoft Band, en combinación con Microsoft Health, es un wearable cuantificador de actividad física y para productividad bastante redondo, que no revoluciona nada pero sí coge todo lo que se había hecho hasta ahora en este campo y lo refina.
La pena es que vamos a tener que esperar para poder probarlo ya que por el momento Microsoft sólo lo comercializa en EEUU a través de su tienda online por 199 dólares. En cuanto arranquen la comercialización en otros mercados, o se sepa algo del tema, os informaremos.