Este joven innovador ha creado una aplicación que permite pagar facturas desde el móvil y fomenta que los usuarios se adscriban a la banca.
Solo el 41% de los adultos en los países en vías de desarrollo disponen de una cuenta bancaria, según un reciente informe del Banco Mundial. Esta cifra cae hasta el 20% en muchos países de África y entre quienes viven con menos de dos dólares diarios. Estos hombres y -en mayor proporción- mujeres sufren una exclusión que lastra su desarrollo socioeconómico, ya que la falta de herramientas bancarias desincentiva el ahorro, dificulta la contratación de servicios de pensiones y seguros y puede agravar su endeudamiento. Así lo percibió en 2012 Marcelo Lanfranconi, un joven uruguayo que quiere remediar la situación de quienes están fuera del sistema financiero global a través de su aplicación de pago por móvil Paganza.
Lanfranconi, ingeniero de sistemas por la Universidad ORT Uruguay y MBA por la Escuela de Negocios IEEM (Uruguay), asegura que en las economías emergentes han surgido dos nuevos aliados en la lucha contra la exclusión financiera: los móviles, cuya adopción crece rápidamente en todo el mundo, y los pagos digitales. Éstos últimos ofrecen una forma más segura de pagar, ya que no es necesario llevar encima dinero (lo que evita robos), mejoran la trazabilidad de las transacciones y reducen la corrupción. Además, los ciudadanos ahorran tiempo y dinero en desplazarse hasta los establecimientos de cobro.
Para facilitar los pagos habituales en países como Uruguay Lanfranconi ha creado una app gratuita con la que abonar gastos como la luz, el teléfono y la televisión por cable desde el móvil. Paganza permite escanear con la cámara del smartphone el código de barras impreso en la factura y elegir una cuenta bancaria para hacer frente al cargo. Una vez instalada la app, el usuario debe acceder a la plataforma web de su banco y seguir las instrucciones para asociar de forma segura su cuenta a la aplicación.
Con Paganza los cargos se realizan de forma puntual y el usuario mantiene el control de cuándo se hará efectivo en su cuenta. Al escanear la factura, la app indica la fecha en la que se realizará el débito y el usuario puede modificarla. Esto es una ventaja frente a las domiciliaciones a las que los uruguayos son reticentes debido las trabas burocráticas que supone revertir un cargo incorrecto o inconveniente en caso de que se produzca.
Por el momento Paganza está disponible sólo en Uruguay para clientes de los bancos Itaú, BBVA, BROU, Discount y Scotiabank, pero Lanfranconi espera que funcione como un incentivo para los que aún no tienen una cuenta bancaria. «Los pagos digitales son la puerta de entrada al sistema formal para las familias que aún están fuera», asegura el joven.
En Uruguay esta coyuntura es especialmente favorable, pues el Gobierno acaba de aprobar una ley por la que las compras abonadas por un medio de pago digital -por ejemplo, mediante tarjeta de crédito- obtienen un descuento de cuatro puntos en el IVA. Además, todos los ciudadanos tienen derecho a abrirse gratuitamente una cuenta en cualquier banco del país.
Sencilla y versátil
Según Lanfranconi, hasta ahora las soluciones para pagos digitales que ofrecen los bancos en Uruguay han tenido «muy baja penetración por problemas de usabilidad y baja cobertura de servicios». Su app, por el contrario, dispone de una interfaz sencilla e intuitiva que ofrece una buena experiencia de usuario. Además, ha establecido acuerdos con los medios de pago existentes, es decir, las redes de cobranza a donde los uruguayos van a pagar sus facturas (como Abitab y Redpagos). Paganza delega en ellos el procesamiento de las facturas y ha continuado ampliando los servicios que pueden pagarse con ella (desde suscripciones a prensa hasta cuotas de servicios jurídicos, médicos y educativos).
Otra fortaleza de Paganza es que su software de escaneado interpreta códigos de barras incluso en situaciones complejas. Según Lanfranconi, en el mercado no había un software que leyera códigos «impresos en papeles de mala calidad, mucho más largos que los habituales y, a veces, dañados». Por ahora Paganza está disponible para dispositivos Android, iPhone, iPad, iPod Touch, BlackBerry 10 y Windows Phone 8. Eso sí, para el escaneo es necesario un terminal cuya cámara tenga autofoco.
Los esfuerzos de Lanfranconi se centran ahora en ampliar la base de usuarios de Paganza (por ahora, 27.000) hasta los 500.000 hogares bancarizados de Uruguay. Para ello permitirán a los usuarios realizar la vinculación de su cuenta bancaria a la app a través de un formulario físico, en lugar de tener que acceder a su sección de banca online en la web. También quieren saltar a otros países como México y Colombia. El joven explica: «Miramos dónde es mayor la necesidad, cómo de grande es el mercado y cómo están resolviendo los bancos el problema en cada lugar. Si ya tienen una solución para pagar las facturas, como en Brasil con el Boleto Bancario, Paganza tiene menos oportunidad».
Este ingeniero de sistemas llegó al terreno del emprendimiento social tras pertenecer a la ONG Un Techo para mi País (ahora TECHO), desde sus inicios en Uruguay y como promotor de su extensión a otros países de Latinoamérica, en especial a Perú y Argentina. Mediante la labor de sus miles de voluntarios, TECHO combate la desigualdad social y ayuda a las familias que viven sin servicios básicos en asentamientos informales en los extrarradios de las ciudades. En 2011, tras seis años de dedicación profesional a TECHO, Lanfranconi retomó el contacto con su compañero Leonardo Vernazza. Les interesaba «resolver una problemática social real» y eso les animó a crear Paganza por «el potencial de la inclusión financiera para el desarrollo económico».
La asesora independiente de TGP Credit Funds, Paloma Cabello, miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Argentina y Uruguay, ha valorado especialmente en Lanfranconi su «ambición, impacto social y capacidad de ejecución». – Elena Zafra
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