A día de hoy ya tienen más o menos controlado el diseño de la cápsula, sin embargo, todavía tienen que descubrir cómo hacer que las cápsulas se transporten sin sufrir ningún tipo de fricción.
Puede que la idea te pareciera demasiado futurista, pero hay gente que tiene plena confianza en Elon Musk. Seguro que te acuerdas de Hyperloop, ese concepto de medio de transporte en la que un vagón se desplaza a velocidades cercanas a Match I a través de un tubo con aire comprimido. Pues bien, el proyecto sigue adelante bajo el nombre de Hyperloop Transportation Technologies (HTT), y no solo se mantiene en pie, sino que está recibiendo el apoyo de estudiantes de la UCLA y los mejores ingenieros de empresas como Boeing, Airbus y SpaceX que, por cierto, han decidido trabajar gratis en su tiempo libre a cambio de tener la posibilidad de recibir acciones de la compañía.
Esas personas trabajan en equipos en función de sus conocimientos y capacidades, aunque gran parte del trabajo llega a manos de los estudiantes de ingeniería de la UCLA pertenecientes al programa SupraStudio. Por el momento han desarrollado conceptos muy superficiales de la vía del tren, las estaciones y las propias cápsulas de transporte, aunque la meta principalmente es la de conseguir trayectos en línea recta para evitar problemas de mareo. La primera idea que pudimos ver en su día imaginaba las cápsulas con compuertas laterales a modo de alas de gaviota, aunque el grupo acabó pensando que sería poco práctico.
A día de hoy ya tienen más o menos controlado el diseño de la cápsula, sin embargo, todavía tienen que descubrir cómo hacer que las cápsulas se transporten sin sufrir ningún tipo de fricción. Musk sugirió un compresor con el que poder crear una bolsa de aire al estilo de las mesas de air-hockey, pero los jefes de HTT piensan que un sistema de levitación magnética podría funcionar mejor. Tal y como informaron a Wired, el próximo año podrían empezar a construir el primer prototipo, aunque lamentablemente habrá que esperar la menos una década para ver el producto final en funcionamiento, y mucho más para poder ver en funcionamiento una red de transporte como la de la imagen. Pero como siempre el dinero manda, y la meta ahora es conseguir los 6 o 10 mil millones de dólares que podría costar el primer trayecto de 645 kilómetros.
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