Este nuevo concepto de caja negra se activará y saldrá eyectado de forma manual o automáticamente, en este caso cuando los parámetros de la aeronave estén fuera de los normales, y una vez inicie la caída desplegará un paracaídas para amortiguar el impacto.
En un momento en el que se están produciendo tragedias aéreas como la de la desaparición del avión de AirAsia en el mar de Java con 162 personas a bordo el pasado 28 de diciembre, un equipo de investigadores españoles han patentado en Europa, Estados Unidos y China un dispositivo capaz de localizar aviones accidentados en el mar.
La empresa gallega Indeswittec compuesta por tres ingenieros ha diseñado un sistema denominado ‘Dispositivo para la localización de vehículos aéreos accidentados’ que se basa en un nuevo concepto de caja negra que podría suponer una revolución en el mundo aeronáutico. El dispositivo, de geometría paralelepipédica -un poliedro de seis caras con todos los ángulos rectos-, contiene un circuito de memoria y un compartimento con láminas metálicas que se liberan en el momento del impacto y sirven de flotador al sistema.
Así, estas nuevas cajas negras saldrán eyectadas de forma manual o automática en caso de que los parámetros de la aeronave estén fuera de los prestablecidos, y una vez inicie la caída desplegará un paracaídas para amortiguar el impacto. Gracias a este sistema, el dispositivo quedará flotando sobre el agua y emitirá señales continuadamente para ser localizado sin que la información sobre los parámetros del avión que contiene en su interior hayan sido alterados.
De esta forma se evita que la caja negra del avión quede atrapada en su interior y sea ilocalizable, como ha sucedido en varios casos en los últimos tiempos, o que la búsqueda se prolongue más tiempo del necesario, lo que supone un aumento de la frustración y de los costes.
Una tecnología pública
La compañía de José María Santiago, especializada en plantear soluciones a problemas sociales y medioambientales en cualquier ámbito, está a la espera de que le concedan la patente de su nueva tecnología en Canadá, Rusia, Japón y Brasil. Este nuevo concepto de caja negra comenzará a desarrollarse con la Universidad de La Coruña este año.
La inquietud de este empresario surgió a raíz del accidente del vuelo 447 de Air France que desapareció mientras volaba de Río de Janeiro a París el 1 de junio de 2009. Este hecho le conmovió y decidió por ello hacer pública su tecnología y no hacer negocio «a costa de las desgracias». Así, el único gasto que tendrían que asumir las compañías sería el de cambiar su caja negra tradicional por ésta y adaptar el espacio para que se pudiera eyectar de ser necesario.