La innovación es como una aventura, señaló Gijs Van Wulfen, fundador de FORTH. Supone explorar nuevos territorios y tomar riesgos, exactamente igual que hicieron antepasados nuestros para descubrir nuevas tierras’.
Ayer tuvo lugar en el BBVA Innovation Center de Madrid el taller ‘How to start innovation’. De la mano del fundador de FORTH, el holandés Gijs Van Wulfen, presente gracias a la facilitadora española Serendipity, se plantearon cuestiones en el terreno del emprendimiento como la creación de ideas, cuál es el mejor momento para innovar, qué quieren realmente los clientes o la financiación de proyectos dentro de las empresas.
Nacho Villoch, BBVA Innovation Center Events & Activities Manager y autor del recomendable libro “La Aventura de Diana”, fue el encargado de abrir la charla antes de dar paso a Van Wulfen. “Compartir ideas, conocer gente diferente, crear… eso es la innovación”. El eje central del coloquio estuvo marcado por cómo iniciarse en el mundo de la innovación. “Un mundo de ideas” que lleva implícito “un proceso más largo de lo que mucha gente cree”.
“La innovación es como una aventura”, señaló Van Wulfen. “Supone explorar nuevos territorios y tomar riesgos, exactamente igual que hicieron antepasados nuestros para descubrir nuevas tierras”. El paralelismo del emprendimiento con personajes históricos como Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes o Neil Armstrong significa “una motivación para seguir descubriendo y creando”. Van Wulfen apuntó que seis de cada siete proyectos de innovación no llegan al mercado, algo que es “ridículo”.
A su vez, el ponente interactuó con los asistentes poniendo ejemplos de innovación como Nespresso, Facebook, Amazon, aparatos como el iPod o una máquina de pizzas. “Si algo es nuevo para mí, entonces es innovador. Y así se traslada al resto de la sociedad”. Por otro lado, Van Wulfen aprovechó para lanzar su particular dardo al sistema al decir que “la innovación está en los planes de todos los países, pero detrás de la puerta”, a lo que añadió que “todo el mundo habla de innovación pero no nos dicen hacia dónde”.
El hecho de que las empresas apuesten cada vez más por los departamentos de innovación es algo que el autor ve con buenos ojos, pero siempre que se haga en equipo. “Puedes inventar sólo, pero no innovar”. Se quejó de que “las compañías muchas veces frustran a sus empleados más innovadores”, lo cual también tiene su lección positiva ya que “salen con más energía”. Para Van Wulfen, la innovación es un reto en sí misma. “Es algo difícil, por eso me gusta. Cuando lo he conseguido me siento mucho mejor precisamente por la dificultad que acarrea”.
Este innovador de innovadores enfatizó en la focalización de la idea como clave para que cualquier proyecto, por complicado que sea, salga adelante. “Saber dónde ir y dónde está la oportunidad”. Para ello es necesario “no estar encerrados en nuestros propios hábitos y tener la mente abierta”. Unos métodos que finalmente resumió en cinco puntos decisivos para el emprendimiento: nunca innovar sólo, hacerlo de forma estructurada, resolver situaciones difíciles, aprender de lo que dice el cliente y saber hacer negocio.
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