“Se ha estudiado de manera exhaustiva el concepto de innovación del que se suele hablar mucho sin conocer más allá de las aplicaciones, cuál es el sentido preciso de su acepción. Es parte de la jerga habitual de las personas pero no siempre se lo usa para definir algo en concreto.”
No todo es “conceptual”
La palabra innovación suele aplicarse corrientemente sin tener una idea exacta de qué es lo que realmente significa. Dichos como «innovamos cada día», » jefe innovador » o «proyectos de innovación» son populares, pero están equivocados si no los avalan hechos sustentables. Decir que algo es innovador, no le da carácter de tal. Es sólo una palabra y las palabras son libres de ser objeto de abuso.
Lo mejor que se puede hacer antes de usar el término es preguntarse a uno mismo: ¿qué quiero decir cuando me refiero a innovar? Si se aplica a algo que se hace de manera habitual y que otros también hacen o podrían hacer, estamos equivocando el significado.
Pensemos en hechos innovadores clásicos: la invención de la bombilla eléctrica, de la radio como medio de comunicación, de la navegación por aire, mar y tierra y miles de ejemplos más, veremos que innovar significa mucho más que hacer algo diferente, pues en realidad es un conjunto de cambios significativos que tienden a lo positivo.
Una persona o una empresa innovadoras, deben aportar algo muy significativo a la sociedad, a su trabajo o a su comunidad. Los ejemplos citados no quieren decir que no sea posible hacer innovaciones a escala mucho menor, pero su resultado debe ser diferente, tangible y singular.
Todo el mundo puede innovar. La incorporación de la innovación en cualquier empresa puede ayudar a ahorrar dinero y tiempo y dará a la misma una serie de ventajas competitivas para crecer y adaptarse a su nicho de negocio en el mercado.
¿Qué es la innovación a nivel empresarial?
La innovación se refiere generalmente a los cambios, a la creación de procesos, productos y a la aplicación de las ideas más eficaces, orientadas a aumentar la probabilidad de éxito de un negocio. Las empresas que innoven crearán procesos de trabajo más eficientes y obtendrán a cambio un mayor rendimiento y una mejor productividad.
Para las organizaciones esto podría significar una mejora de los servicios existentes, la creación de productos dinámicos o la aplicación de nuevas ideas. La innovación puede actuar de catalizador para el éxito y el crecimiento de un negocio, siempre que se la oriente de manera positiva.
Ser innovador no significa exclusivamente inventar; la innovación puede ser un cambio en el modelo de negocio o una adecuación a los nuevos tiempos y tecnologías en cada entorno, con el fin de ofrecer mejores productos o servicios. Para que resulte exitosa debe estar integrada en la estrategia general de cada negocio, actuando como base de una cultura de la innovación que busque soluciones creativas a los problemas.
Innovación cerrada
Es un modelo de gestión que ofrece muchas ventajas como el poder tener ideas y proyectos de manera continua, pero la razón principal para implantar este tipo de innovaciones es el control y la protección de las ideas de forma que tanto las mejoras, como los productos desarrollados sean propiedad exclusiva de las empresas que los crean o modifican, siendo éstas dueñas del futuro de sus resultados.
Innovación abierta
Es un enfoque diferente, ya que la empresa comercializa no solo sus propias ideas, sino que usa otras innovaciones que hayan sido generadas por otras organizaciones. La idea principal es poner esas ideas a disposición del mercado, por intermedio de multitud de canales (aun los que están fuera de su propio negocio). Las licencias y los “spin off”, son buenos ejemplos de ello.
¿Qué hacer para innovar?
Una buena idea es comenzar por realizar un análisis realista y efectivo de la situación del mercado, de los deseos y necesidades generales y puntuales de los clientes deseos y de la situación en la que se encuentran la competencia directa e indirecta. Para que este estudio sea realmente positivo, es fundamental estar abierto a nuevas ideas y tener intenciones firmes de adaptarse a los cambios.
El segundo paso es desarrollar un plan de “respuesta estratégica” basado en los resultados obtenidos, haciendo que el resto del personal se involucre de forma proactiva en los procesos de cambio. De ahí surgirá la innovación, del intercambio de ideas, del aporte de quienes mejor conocen el negocio y del compromiso con el crecimiento empresarial.
Otra cosa que se debe hacer es buscar consejo, asesoramiento y dar a quien lo necesite la posibilidad de “aggiornarse”, acudiendo a cursos y mejorando sus capacidades con el estudio de temas específicos orientados a la innovación.
En resumen para implantar un modelo realmente innovador es necesario tomar decisiones, elegir estrategias, mantenerse al día con las tecnologías y las fluctuaciones de mercados y clientes y competencia y marcarse un camino muy claro con objetivos alcanzables.
INNOVAticias.com