Este avance proporciona una solución a los excedentes de subproductos vitivinícolas y abre nuevas líneas de negocio a las bodegas.
Estos desechos permiten elaborar productos funcionales con poder antioxidante y fibra en alimentación, cápsulas para prevenir problemas de circulación o como antiinflamatorio en farmacia y productos para el envejecimiento cutáneo, fotoprotectores, antimanchas solares o cremas antiarrugas en cosmética. El procesado de la uva genera un 20% de residuos sólidos, cuya revalorización surge de la necesidad de la industria vitivinícola de poder reutilizarlos.
Este avance proporciona una solución a los excedentes de subproductos vitivinícolas y abre nuevas líneas de negocio a las bodegas. En alimentación, los residuos se utilizan en el desarrollo de alimentos funcionales por su alto poder nutritivo y su riqueza en antioxidantes y fibra dietética, ya sea la incorporación de polifenoles como conservantes naturales o como ingrediente funcional en productos para la tercera edad.
Los extractos de uva aportan beneficios relacionados con la salud intestinal, la reducción de los niveles de colesterol, la protección frente a problemas cardiovasculares y el refuerzo del sistema inmunológico. En el ámbito farmacéutico, el uso de polifenoles procedentes de productos vitivinícolas es frecuente en la medicina tradicional para la fabricación de cápsulas para prevenir o mejorar problemas de circulación sanguínea, como antiinflamatorio, o incluso por sus beneficios en la reducción de los niveles de colesterol.
El alto contenido en antioxidantes (vitaminas C y E) y polifenoles de la uva facilita prevenir el envejecimiento cutáneo a través, por ejemplo, de la enoterapia, una técnica de masajes y baños con aceites, tónicos, jabones y cremas elaborados con los componentes sobrantes de la elaboración del vino. Además, su uso cosmético se extiende al desarrollo de productos fotoprotectores y antimanchas solares así como protectores de la piel para después de exposiciones al Sol.
La recuperación de los compuestos bioactivos de los subproductos de la uva supone un beneficio a corto plazo para las empresas que ahorran los costes de su eliminación, pero también tiene un gran potencial a medio y largo plazo, con el desarrollo tecnológico de nuevos productos y con su aplicación a una gran variedad de sectores.
Estas soluciones ofrecen a las empresas ventajas empresariales como la posibilidad de ofrecer un valor añadido, diferenciarse de la competencia en el mercado con un nuevo producto y entrar en el sector de mercado de productos saludables, que cuenta con un gran potencial.
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