La energía solar no necesita de ningún combustible fósil para su producción, es limpia y además es ilimitada, siempre y cuando el sol no se decida a abandonarnos.
¿Quién no tenía en el colegio una de esas calculadora que funcionan con energía solar? Aunque fuera la típica de propaganda del banco, era indispensable guardarla en el escritorio para emergencias, o simplemente para hacernos los interesantes resolviendo ecuaciones junto a la ventana.
La energía solar no necesita de ningún combustible fósil para su producción, es limpia y además es ilimitada, siempre y cuando el sol no se decida a abandonarnos.
Buena, bonita y cada vez más barata. Además, ahora puedes adquirir otros productos cotidianos para utilizar, junto con tu calculadora, los días de luz.
Te mostramos cómo es posible aprovechar los rayos del sol para algo más que broncearnos en verano.
Moda ‘eco’. Las prendas de la diseñadora Despina Papadopoulos siempre incorporan algún componente tecnológico. En su estudio de Nueva York, ha creado un vestido (el Day-For-Night Solar Dress) que capta la luz solar durante el día para que puedas brillar cuando salga la luna. Tiene 448 pequeñas células que incorporan paneles solares y luces LED. Quizá no resulte lo más cómodo del mundo, pero serás la estrella de las noches estivales.
Un bikini diferente. Otra idea relacionada con el mundo de la moda es el bikini de la marca Solar Coterie, con el que puedes escuchar música mientras tomas el sol sin tener problemas con la batería. Las delgadas placas solares que recubren su superficie captan la energía suficiente para que un transformador de cinco voltios conectado a un puerto USB te permita cargar un dispositivo electrónico sin problemas.
Llevar una cámara con energía. La mayoría de los fotógrafos soportan su máquina colgada del cuello incluso bajo el sol abrasador. Ya que sufren las consecuencias de cargar con el aparato, ¿por qué no sacar provecho de ello? El diseñador chino Weng Jie ha hecho posible recargar las pilas de la cámara Solar Gallus gracias a unas placas solares flexibles colocadas sobre su correa.
Un ‘break’ tecnológico. Lo que más apetece cuando llega el buen tiempo es tumbarse en el jardín con una bebida bien fresquita. No obstante, si además de descansar sobre un sillón quieres cargar el móvil o enchufar el portátil, la solución no la vas a encontrar en el Ikea. Este invento es obra de un grupo de investigadores del MIT, tiene células fotovoltaicas en el techo y se ilumina por la noche.
Asados con luz solar. La próxima vez que decidas ir al campo a hacer una barbacoa busca un sitio en el que tengan una como esta. El ‘Solar-Grill’ no emite humo, no genera ceniza y además no necesita que haya un manitas en el grupo que sepa encender el fuego. Este sistema capta la energía mediante un sistema de espejos y proyecta el calor sobre una superficie de metal donde se coloca la comida.
Barco Solar. Los navegantes de todo el mundo están deseando hacerse con este prototipo: el barco más grande que funciona con energía solar. De momento, eso sí, tendrán que esperar. Cuando su dueño, Immo Stoeher, terminó de dar la vuelta al globo, decidió prestárselo a unos científicos que lo han destinado a la investigación.
Coche Solar. Ford quiere contribuir en la mejora de la tecnología que utilizan los coches sostenibles. La fabricante de automóviles ha anunciado una versión con energía solar del modelo C-Max.
El sueño de los jardineros. Ya no tienes que preocuparte de buscar un sitio donde enchufar la máquina de cortar el césped: algunas ya llevan placas solares que se encargan de aportarles la energía suficiente para que dejes la hierba a la altura idónea. Siempre que no esté nublado, claro.
Solar Cooler. Cooler/refrigeradora portátil que funciona con energía solar y que puede enfriar las latas de cerveza de hasta -10° C durante la carga de un teléfono inteligente.
Imprime a pleno sol. El ingeniero Markus Kayser es el creador de esta impresora 3D que funciona con paneles solares (Solar Sinter), y probó el primero de sus prototipos en el desierto egipcio. Su último diseño sustituye la habitual tecnología láser por los rayos del sol y las típicas resinas por la arena del desierto.
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