Las innovaciones tecnológicas dependerán de los datos para mejorar los servicios a los usuarios a un costo menor. A medida que aumenta el compromiso ciudadano con las tecnologías digitales, especialmente las relacionadas con sensores e IOT, también lo hacen las expectativas de superación en servicios, seguridad y privacidad.
Los datos al poder
Con una mayor anticipación del valor de la conectividad digital y un modelo centrado en el consumidor, los innovadores se enfrentan a un futuro en el que surgen preguntas sobre privacidad, seguridad y confianza.
Y es que, aunque los consumidores pueden compartir abiertamente información personal, demográfica y de geolocalización con respecto a un punto de venta, los negocios se enfrentan a medidas de protección de datos, que podrían restringir sus opciones de innovar.
Por ende, las expectativas de servicio al ciudadano no pueden cumplirse sin políticas explicitas y pautas equilibradas en cuanto al uso de los datos. Los vehículos autónomos, por ejemplo, emplearán su propia información, junto con los datos de geolocalización generados comercialmente.
Y si bien estos datos serán privados debe existir una política nacional y global que, sin conocerlos ni tener acceso a ellos, rija la seguridad y la privacidad de los mismos, con el fin de que haya una total transparencia, al mismo tiempo que se fomenta la confianza de los usuarios en el empleo de la información.
La tecnología está superando rápidamente las capacidades de las organizaciones públicas y a veces hasta de las privadas, para manejar los datos correspondientes. La información se está recopilando a un ritmo más alto que nunca, haciendo hincapié en la infraestructura de almacenamiento y las migraciones a la nube y aumentando rápidamente los costos.
Datos y gobiernos
Debido a que muchos datos de los que están actualmente almacenados ya han quedado obsoletos, muchas entidades públicas son incapaces de extraer la información útil, identificar opciones de uso o entender su valor.
Desde una respuesta de emergencia mejorada y más eficaz, hasta el mantenimiento de la seguridad de su infraestructura, fronteras y activos cibernéticos, a nivel gubernamental se está descubriendo que el uso de datos es más importante que la propiedad.
La IA
La inteligencia artificial parece ser la única manera de analizar y descubrir el valor real de los datos a una velocidad y escala acorde con los principios de la innovación, puesto que es la herramienta ideal para procesar grandes conjuntos de datos de cualquier fuente en tiempo real, creando una comprensión precisa, imparcial y clara de la voz del ciudadano.
A medida que la AI, el análisis y el IoT avancen solo las políticas del sector público sobre el uso de datos será lo que restringe la innovación. La combinación de datos, herramientas y analíticas gubernamentales, comerciales y públicas podría proporcionar mejores servicios públicos con menor costo, menos riesgo y más confianza y todo ello a la velocidad y la escala de la innovación.