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jueves, junio 8, 2023

Agua, el gran desafió del Planeta para el siglo XXI

Naciones Unidas propuso declarar la conmemoración del Día Mundial del Agua, y decidió designar el día 22 de marzo para este ‘recordatorio’.

En este día se conmemora la relevancia de este líquido esencial y  tiene por objeto concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.

Este año el Día Mundial del Agua se centra en el binomio agua y cambio climático, y cómo los dos están intrínsecamente vinculados. También busca mostrar cómo el uso que hagamos del agua puede ayudar a reducir las inundaciones, las sequías, la escasez, la contaminación, así como a la adaptación a este fenómeno.

El agua puede ayudar a combatir el cambio climático. Si usamos el agua de manera más eficiente, reduciremos los gases de efecto invernadero. Asimismo, si limitamos el aumento del calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, podríamos reducir la sequía causada por el clima hasta en un 50 %.

Por todo ello, desde la Fundación Biodiversidad nos sumamos a la celebración de esta efeméride, ya que en nuestro recorrido, a través de convocatorias de ayudas, hemos apoyado más de 90 proyectos relacionados con esta temática para lo que hemos destinado más de 4 millones de euros.

Actualmente, la Fundación Nueva Cultura del Agua cuenta con nuestra colaboración en el proyecto “Caudales ecológicos: avances en el conocimiento y propuestas adaptativas al cambio climático en las cuencas españolas”.

Dado que los ecosistemas fluviales son clave para la adaptación al cambio climático, a la vez que vulnerables, y los caudales ecológicos contribuyen al buen estado, a conservar la biodiversidad y a la resiliencia frente al cambio climático, se está evaluando el cumplimiento de los componentes de los caudales ambientales (mínimos, máximos, estacionalidad, crecidas y tasas de cambio) para realizar una propuesta de planes de seguimiento.

Por otro lado, Universitat Politècnica de València está evaluando los riesgos asociados a los cambios en los regímenes hidrológicos y en la disponibilidad de agua en los acuíferos para abastecimientos urbanos y el regadío, los riesgos derivados por el incremento en las necesidades de riego y su efecto en la producción agrícola, el efecto en la producción hidroeléctrica y los riesgos sobre los ecosistemas en relación a los caudales ecológicos en ríos y los aportes de agua a humedales.

El cambio climático, el desarrollo económico y el crecimiento poblacional harán que la demanda global de agua supere a la oferta disponible en un 40 % en 2030, reduciendo el PIB hasta un 6 % en las cuencas del sur de Europa.

Mitigar los impactos del cambio climático y la escasez de agua exigirá Políticas de Adaptación Transformativas (PAT) en la gobernanza del agua, particularmente en el regadío, el mayor usuario (80 %), en estos retos que trabaja Universidad de Salamanca con su proyecto “Adaptación Transformativa al Cambio Climático en el regadío”.

Fuente: Fundacion Biodiversidad

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