Para garantizar una buena salud, debemos reducir al máximo nuestra ingesta de azúcar blanco. Únicamente debemos consumirlo de forma ocasional y en muy bajas cantidades.
Seguro que has leído, infinidad de veces, etiquetas con afirmaciones tales como “bajo en azúcares”, “sin azúcares añadidos” o “0% azúcares añadidos”. Un abuso excesivo del azúcar es extremadamente dañino para nuestra salud y, afortunadamente, cada vez somos más conscientes de ello.
Dejar de consumir esta substancia tan adictiva no resulta fácil. Así pues, para hacer la transición más llevadera, desde ECOticias.com te proponemos una serie de alternativas para que, progresivamente, consigas eliminar al 100% el azúcar blanco y logres habituar tu paladar al sabor natural de los alimentos.
La stevia. En un post anterior, hablamos de sus múltiples beneficios. Debes tener en cuenta que su poder endulzante es 300 veces mayor al del azúcar blanco y, por ello, deberemos controlar la cantidad que añadamos a nuestros platos. Además, tiene un sabor algo amargo y puede que no resulte agradable a todo el mundo.
El plátano. Es nuestro mejor aliado para utilizar en repostería o hacer helados caseros. Recuerda: cuanto más maduro… ¡más dulce!
La zanahoria o la calabaza. Estas dos verduras también pueden ser útiles para nuestras recetas dulces, por ejemplo, para preparar mug cakes al microondas o para hacer deliciosas bases de bizcochos. No te preocupes por el sabor que puedan dejar… ¡es prácticamente imperceptible!
El sirope de dátiles. Los dátiles son caramelos, de alto valor nutritivo, que nos regala la naturaleza. Es una de las mejores opciones para endulzar nuestros platos.
El modo de preparación de este sirope es simple: deshuesar los dátiles, dejarlos en remojo durante una hora y batirlos junto el líquido del remojo. El resultado de la mezcla será una crema homogénea, que debe conservarse en un tarro de cristal en el frigorífico (y consumirla, aproximadamente, en una semana). Puedes añadir una cucharadita de esta mezcla a tu café, por ejemplo.
Las cremas de frutos secos. Durante mucho tiempo, los frutos secos han sido demonizados por su alto aporte calórico. Lo realmente importante es saberlos escoger bien: evitar aquellos que estén fritos o lleven sal o azúcar añadido, y priorizar los naturales o tostados. En algunos supermercados, puedes encontrar estas cremas ya preparadas (recuerda que en la lista de ingredientes sólo debe aparecer el nombre del fruto seco elegido).
Otra opción es prepararlas nosotros mismos en casa, y así nos aseguramos que no llevan azúcar añadido. Para hacerlo, deberemos escoger un fruto seco y batirlo en intervalos de tiempo cortos. Para evitar quemar nuestra batidora (imprescindible utilizar una con alto voltaje), deberemos ir haciendo pausas y removiendo nuestra mezcla, hasta conseguir la textura deseada (más cremosa y homogénea o, por otro lado, menos procesada y con ese toque “crunchy”).
Equipo de ECOticias.com