Estas son las recomendaciones referidas al consumo de pesado que podría contener mercurio, que han confeccionado y publicitado desde la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, especialmente dirigidas a las poblaciones más sensibles: mujeres embarazadas o en período de lactancia y población infantil.
Se recomienda a las mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en periodo de lactancia y a niños de corta edad (entre 1 y 30 meses) consumir una amplia variedad de pescados, por sus grandes beneficios nutritivos, evitando las especies que son más sensibles a estar contaminadas con este metal, cuyo consumo debe limitarse en determinadas etapas.
Las recomendaciones para el consumo de Pez espada, Tiburón, Atún rojo (Thunnus thynnus: especie grande, normalmente consumida en fresco o congelada y fileteada) y Lucio, que suelen contener mercurio son las siguientes:
- Mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo o en período de lactancia. Evitar el consumo.
- Niños < 3 años. Evitar el consumo.
- Niños 3-12 años. Limitar a 50 gr/semana o 100gr/ 2 semanas (No consumir ningún otro de los pescados de esta categoría en la misma semana).
Justificación
La «Opinión sobre el mercurio y metil-mercurio en productos alimenticios» de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Y la nota informativa sobre «Metil-mercurio en pescado y productos pesqueros» de la Dirección General de Sanidad y Consumo (DGSANCO) de la Comisión Europea, que contenía recomendaciones de consumo para los grupos más vulnerables de población (mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en periodo de lactancia y a niños de corta edad).
Son las que sirvieron de base a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para publicar en su web una Nota informativa sobre mercurio y metil-mercurio en productos pesqueros en 2008.
El 28 de septiembre de 2010, el Comité Científico de la AESAN en su sesión plenaria, aprobó un “Informe en relación con los niveles de este elemento tóxico establecidos para los productos de la pesca” . En este informe se ha estimado que:
- Una mujer embarazada (60kg) que ingiera una ración (100 g) de pez espada a la semana superaría la ingesta máxima tolerable de metil-mercurio.
- Un niño de entre 7-12 años (35 kg) puede consumir solo media ración (50 g) de pez espada a la semana y ningún otro de los pescados grandes en esa misma semana.
Por ello se ha procedido a actualizar las recomendaciones realizadas a los grupos de población vulnerables.
Alta toxicidad del mercurio
La toxicidad del mercurio (Hg) depende de su forma química, tipo y dosis de exposición y edad del consumidor. Su forma orgánica (metil-mercurio) posee una elevada toxicidad. Se disuelve fácilmente en la grasa. Y atraviesa la barrera hemato-encefálica y la placenta, pudiendo provocar alteraciones en el desarrollo neuronal del feto y en niños de corta edad.
El metil-mercurio se encuentra mayoritariamente en pescados y mariscos, donde puede llegar a representar más del 90% del mercurio total. Derivado de la contaminación medioambiental, los peces bioacumulan mercurio en su organismo a lo largo de su vida. Y esto ocurre especialmente en aquellas especies de gran tamaño como los grandes depredadores. El hecho de que estos grandes depredadores suelen ser migratorios, hace que no sea posible excluir los pescados de las aguas menos contaminadas.
Beneficio-riesgo
En términos de beneficio-riesgo, la AESAN considera que el pescado es, dentro de alimentación saludable, una parte importante de la dieta. Esto se debe, básicamente, a la calidad de su proteína y su grasa. Y a su aporte de aminoácidos esenciales en cantidad más que adecuada. Su escasa cantidad de grasas saturadas y una significativa proporción de ácidos grasos omega-3 y de vitaminas A, D, E, B6 y B12.