Llevar una vida saludable en teoría suele parecer muy fácil, pero cuando nos enfrentamos al día a día, todo comienza a complicarse. Lo importante es tener muy claro que se debe tomar en cuenta varios factores y que la clave para todo es conseguir el equilibrio.
¿Es posible tener una vida saludable?
Adoptar un estilo de vida saludable es ante todo una filosofía de vida. Una actitud que te permitirá sentirte mejor, más en sintonía con tu entorno, pero también con tu mente, tu cuerpo, y lo que es más importante contigo mismo.
Hay varios pasos para tener una vida saludable: como hacer ejercicio y comer alimentos ecológicos, nutritivos y poco procesados. De hecho, hay una realidad innegable: limitar (aunque sea un poco) el consumo de productos procesados funciona para todos.
Pero para tener una vida saludable no debemos privarnos de todo lo que nos gusta, porque eso sería contraproducente. Recuerda que hay un componente psicológico importante en nuestra existencia al que no solo no debemos ignorar, sino que, resulta vital prestarle la atención necesaria, para asegurarnos de que goza de buena salud.
Adoptar un estilo de vida saludable significa hacer un stop en nuestra vida diaria y observar qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos. Para cambiar los ‘malos’ hábitos primero tenemos que reconocerlos, aceptarlos e ir modificándolos lentamente.
Las rutinas no pueden cambiarse muy bruscamente, salvo en aquellas personas que tiene una gran fuerza de voluntad, lo cual no es la norma. Por tanto, la idea es ir paso a paso, imponernos un ritmo de cambio y atenernos a él, para obtener resultados y no desanimarnos.
8 consejos para tener una vida saludable
Alimentación
Los alimentos procesados y ultraprocesados son los primeros que veremos en las góndolas de los supermercados. Pero además de ser los que suelen estar en oferta, también son los que menos nutrientes aportan. Cocina para ti y comerás más sano. Y si no tienes tiempo, elige entre lo más sano. Huye de los fritos, el exceso de condimentos y los agentes químicos.
Actividad deportiva
Cada cual sabe qué tipo de ejercicio le gusta y la mente también lo sabe. Si para nos obligamos a practicar rutinas que no nos satisfacen, acabaremos abandonando. Busca el tipo de ejercicio ideal para ti y disfrútalo, porque la alegría también es parte de una vida saludable.
Compañía
Huye de las personas tóxicas. Si son compañeros de trabajo, gimnasio o curso, limita la interacción a cosas positivas, no les sigas el juego de la negatividad y evítalos cuando su compañía no te sea impuesta. Elige pasar el tiempo con personas que te aporten, no que te resten energía.
Actividades
Dedica tiempo de calidad a hacer cosas que te hagan sentir bien. No importa cuan loco le pueda parecer al resto de tu familia y amigos que a ti te guste pintar, hacer fotografías de abuelitas tejiendo o coleccionar sellos. Si te hace feliz, hazlo.
Animales
Tener una mascota es algo muy edificante, ya sea un perro, un gato, un reptil, un pez o un pequeño ratoncito blanco. Desde el momento en que lo incorporas a la familia es tu responsabilidad que sus necesidades estén cubiertas, por lo que debemos estar preparados para ello. Una vez que tengan una rutina, solo te resta disfrutar de su compañía y cuidado.
Objetos
Tira o regala todo lo que esté roto y sepas íntimamente que jamás vas a reparar. Dona todos aquellos artículos que no usas o te traen evocaciones negativas, malos recuerdos o simplemente no te gustan. Quédate con lo que realmente te hace sentir bien. Pero hazlo de forma adecuada, no te olvides de poner en práctica las 4 erres del reciclaje.
Salud mental
Si te parece que no estás siendo todo lo feliz que crees que puedes ser. O tienes momentos en los que la negatividad te supera y lo ves todo ‘negro’, pide ayuda. La salud mental es un factor primordial para tener una vida saludable.
Elige
Cada día y de forma consciente elige tener una vida saludable y planifica todo lo qué debes hacer para conseguirlo. Y no olvides que uno de los componentes más importantes es ser feliz, así que propóntelo también diariamente.
Lo fundamental es recordar que solo tenemos una vida y que no podemos desperdiciarla, porque el tiempo que pasa ya no vuelve. No podemos recuperar ni un segundo de lo que ya pasó. Pero sí podemos planificar lo que queremos, para la mayoría de los que tenemos por delante.