La transición ecológica tiene un buen ejemplo a seguir con el proyecto de promoción del cordero de proximidad ‘Me ecológic de Mallorca’ que acaba de cumplir una década ostenta el orgulloso sello que certifica este producto cárnico que reivindica las bondades de la ganadería extensiva.
Un aniversario de un proyecto que nació con motivo de una necesidad ya que el cordero no tenía salida en el mercado, por lo que los ganaderos de la Asociación de Producción Agraria Ecológica de Mallorca (Apaema) se organizaron para dar a conocer esta carne tan especial.
La marca ‘Me ecològic de Mallorca’ se hace presente con un sello de tinta alimentaria visible sobre las piezas que se ponen a la venta. Si bien en los inicios del proyecto la mayor parte de la carne se vendía como convencional, sin valorar su singularidad, actualmente el 96 % de la carne ya se comercializa como ecológica.
Carne de cordero que presume de sello ‘Me ecològic de Mallorca’
El proyecto de promoción del cordero local ‘Me ecológic de Mallorca’ ha cumplido su décimo aniversario como marca distintiva consolidada de este producto cárnico reivindicando la ganadería extensiva como pieza clave para la transición ecológica.
Uno de los fundadores del proyecto, Jaume Jaume, ha recordado que nació porque el cordero no tenía salida en el mercado y los ganaderos de la Asociación de Producción Agraria Ecológica de Mallorca (Apaema) se organizaron para dar a conocer su carne, ha informado la entidad en un comunicado.
La cooperativa Pagesos Ecològics de Mallorca (PEM) permitió la comercialización conjunta del producto. Fundada en 2017, en la actualidad agrupa a 30 ganaderos y 27 agricultores.
Un impulso importante al proyecto se produjo en 2015, cuando la cadena hotelera Garden se comprometió a comprar miles de kilos anuales de cordero para servirlo en sus establecimientos. Desde entonces, el acuerdo se mantiene y constituye «un ejemplo paradigmático de las bondades de la alianza entre payeses y el sector hotelero», destaca Apaema.
La marca ‘Me ecològic de Mallorca’ se hace presente con un sello de tinta alimentaria visible sobre las piezas que se ponen a la venta. Si bien en los inicios del proyecto la mayor parte de la carne se vendía como convencional, sin valorar su singularidad, actualmente el 96 % de la carne ya se comercializa como ecológica.
Según la veterinaria Magdalena Adrover, técnica de ganadería ecológica de APAEMA, «la carne de cordero no es buena por el simple hecho de ser ecológica y hemos trabajado mucho para alcanzar la máxima calidad.»
Para seguir fortaleciendo el sector cárnico ecológico, la entidad aboga por explorar la reapertura de instalaciones propias para tener el máximo cuidado y control en todo el proceso hasta llevar el producto al mercado, y avanzar hacia nuevos modelos de comercialización.
El nuevo gerente de la cooperativa PEM, Xavier Ballester, destaca el valor de haber aprendido “a congelar el producto en su mejor momento, cuando el rebaño ha comido los pastos de primavera, y tenerlo disponible para la época de mayor demanda debido al turismo, en verano”.
El coordinador de Apaema, Nofre Fullana, destaca que «sin ganadería extensiva no hay transición ecológica«, porque «lleva a cabo una labor oculta de controlar la hierba en las fincas prescindiendo de maquinaria y generando un estiércol que enriquece el suelo sin tener que importar abono de la Península». Genera el paisaje y constituye «la piedra angular para establecer alianzas con el sector turístico”.
Apaema incide en que los rebaños que se alimentan de pastos, implican un abaratamiento de costes en comparación con los que se alimentan de pienso, que debe importarse, algo que mejora la viabilidad de la ganadería insular. EFE / ECOticias.com