La UE pone bajo revisión los sulfitos de alimentos cotidianos y el cambio podría afectar a niños y mayores

Publicado el: 18 de diciembre de 2025
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Bandera de la Unión Europea durante la revisión de los sulfitos en alimentos que afectan a niños y mayores

Los sulfitos, conservantes que aparecen en la letra pequeña de vinos, frutos secos o hamburguesas preparadas, vuelven a estar bajo la lupa en Europa. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha recalculado cuánto tomamos de estos aditivos, del E 220 al E 228, y qué pasaría si se recortan sus límites.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) resume el mensaje: bajar los niveles máximos reduciría la exposición, sobre todo en niños, pero todavía hay dudas sobre su seguridad a largo plazo. Por eso la Comisión Europea plantea cambios en algunas categorías concretas de alimentos que compramos a diario.



Qué son los sulfitos y dónde se encuentran

Los sulfitos son compuestos a base de azufre que ayudan a que los alimentos duren más y mantengan mejor su color. Aparecen de forma natural en algunos productos, pero además se usan como aditivos con los códigos E 220 a E 228.

Se añaden a frutas y verduras desecadas, productos a base de patata, cerveza y otras bebidas de malta, zumos de frutas y, muy especialmente, al vino. También pueden estar en preparados cárnicos o concentrados para bebidas que se diluyen en casa, algo que muchas veces pasa desapercibido cuando miramos la etiqueta con prisas.



Qué ha analizado el nuevo informe europeo

La EFSA ya había reevaluado estos aditivos en 2016 y en 2022 y vio que no tenía datos suficientes para fijar una ingesta diaria claramente segura. En lugar de una cifra única habló de un “margen de exposición” y marcó que, para estar tranquilos, debería ser de al menos 80.

Al recalcular las exposiciones con datos de consumo real en Europa, ese margen salía por debajo de 80 en casi todos los grupos de edad. Por eso la Comisión pidió ahora a la EFSA que probara seis escenarios con nuevos límites máximos y restricciones de uso, para ver hasta qué punto se puede bajar la exposición dietética.

Niños pequeños y personas mayores, los grupos que más preocupan

En el escenario más conservador, que asume siempre la dosis máxima legal, los niños de corta edad son quienes más sulfitos consumen en relación con su peso. En las ingestas más altas se superan los ocho miligramos por kilo al día y el margen de seguridad sigue por debajo de lo que la EFSA considera cómodo.

Con datos de uso más realistas, las exposiciones máximas en niños bajan hasta alrededor de un miligramo y medio por kilo al día. En algunos escenarios el grupo más expuesto pasa a ser el de las personas mayores, con algo más de medio miligramo por kilo, pero los márgenes de seguridad siguen algo cortos.

Qué cambios pueden llegar a tu mesa

Con estos resultados, la Comisión Europea ve necesario seguir ajustando las normas antes de dar el tema por cerrado. Se revisarán categorías como las ciruelas y los higos desecados, algunos concentrados para bebidas aromatizadas que no se venden tal cual al consumidor y la llamada burger meat, un preparado de carne picada habitual en los supermercados.

En el caso del vino, los cambios se decidirán en la normativa específica del sector vitivinícola y después la Comisión pedirá a la EFSA un nuevo cálculo de la exposición. Para quien hace la compra, el mensaje es simple: mirar la etiqueta y no abusar de productos procesados ayuda a recortar la ingesta de sulfitos. El informe técnico principal ha sido publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.

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