El desastre ambiental está teniendo incidencia en España, una realidad que también afecta a otros países y que se trató en la COP29, donde Europa exigió que todos los países paguen por las consecuencias del cambio climático. El desplazamiento forzoso ha llegado a niveles nunca vistos y se ubica en 123 millones de personas, de las que 90 millones viven en países gravemente peligrosos a causa del cambio climático, según un nuevo informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La mitad de las personas que están siendo forzadas a salir de sus hogares o lugares de origen (por guerras, violencia o persecución) están en países perjudicados por conflictos y graves riesgos climáticos, como Etiopía, Haití, Birmania (Myanmar), Somalia y Sudán.
“La crisis climática está provocando desplazamientos en regiones que ya acogen a un gran número de personas desarraigadas, agravando su difícil situación y dejándolas sin ningún lugar seguro al que ir”, expresó el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, durante la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) o «Acuerdo de París», celebrada recientemente en Azerbaiyán.
El conflicto armado interno en Sudán ha sido un factor desencadenante del incremento en el número de desplazamientos forzosos expuestos al desastre ambiental del cambio climático. Hay un registro de más de 700.000 refugiados que han cruzado desde el estallido de la guerra en abril de 2023 a la vecina Chad, uno de los países del mundo con mayores problemas vinculados al cambio climático.
¿Cuál es el papel de España en el desastre ambiental?
España es un sitio de relevancia entre los países que reciben la ola de refugiados. De hecho, un total de 140.652 personas han solicitado asilo en España entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2024, de acuerdo a los datos aportados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Otro país que forma parte del desastre ambiental es Bangladés, donde los peligros naturales como ciclones e inundaciones tienen la categoría de “extremos”. Hasta allí, han llegado el 72% de los refugiados que provenían de Birmania (Myanmar). En su mayoría, se trata de rohinyás que huyen de la persecución étnica en su país. Según ACNUR, la estimación es que para el año 2040 el número de países expuestos a peligros extremos vinculados con el desastre ambiental del cambio climático suban de 3 a 65.
El informe también muestra que el impacto del clima extremo subirá de manera considerable en los asentamientos y campamentos de refugiados ubicados por todo el mundo, duplicando el número de días calurosos considerados peligrosos para el año 2050. ACNUR advierte que estos efectos del desastre ambiental también están ampliando las causas por las que se producen estos desplazamientos. Al menos 220 millones de desplazados internos han huido de su lugar de origen por motivo de los desastres ambientales ocurridos en los últimos 10 años.
La petición de ACNUR ante el desastre ambiental
Bajo estas circunstancias, ACNUR ha solicitado una financiación climática mayor para los países que más lo necesitan. También incentiva a los estados a proteger y darles voz a las personas que se han visto obligadas a salir de sus países de origen.
“Las poblaciones de entornos frágiles y afectados por conflictos son especialmente vulnerables a los riesgos climáticos”, advierte el informe de ACNUR. De esta manera, el desastre ambiental también está afectando en España, más allá de lo que tiene que ver con las catástrofes meteorológicas acontecidas en su territorio, como el insalubre escenario que dejó la DANA. En definitiva, el desastre ambiental se ha convertido en un problema global.