El cambio climático afecta de manera significativa a los hielos, tanto en los glaciares terrestres como en las capas de hielo de las regiones polares, así como en las masas en glaciares y en los mares.
Como consecuencia, la disminución del hielo puede alterar los patrones de circulación atmosférica y oceánica, generando fenómenos climáticos extremos y cambios en los patrones de precipitación, que a su vez pueden afectar a los ecosistemas y las comunidades humanas. Sin embargo, es posible predecir esta realidad con iniciativas como esta donde las nuevas tecnologías son esenciales.
El cambio climático visto desde el espacio
La agencia espacial estadounidense (NASA) y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) anunciaron anoche los detalles finales para el lanzamiento de la misión NISAR, un satélite de observación terrestre sin precedentes que se convertirá en la herramienta más avanzada para vigilar los efectos del cambio climático.
El lanzamiento se producirá desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en el sur de la India, a bordo de un cohete indio GSLV Mk II que, según fuentes de la ISRO, ya se encuentra preparado en la rampa de lanzamiento.
Desarrollado durante más de una década, NISAR (Radar de Apertura Sintética NASA-ISRO) es el satélite de imágenes de la Tierra más caro del mundo, con un coste superior a los 1.500 millones de dólares, y representa un hito en la colaboración espacial entre Estados Unidos y la India.
A diferencia de la mayoría de los satélites de observación, que dependen de la luz solar y el tiempo despejado para tomar imágenes ópticas, NISAR utiliza un avanzado radar de apertura sintética (SAR). Esta tecnología, similar a usar un flash en una habitación oscura, envía activamente señales de microondas a la superficie y captura sus reflejos, permitiéndole «ver» a través de las nubes, el humo e incluso la vegetación densa, según ISRO.
Gracias a su enorme antena de 12 metros, NISAR operará día y noche y bajo cualquier condición meteorológica. «Escaneará prácticamente toda la superficie terrestre y de hielo del planeta cada 12 días con una resolución altísima, capaz de detectar cambios de menos de un centímetro», detallan los documentos de la misión.
Observando qué pasa con la agricultura y cómo predecir los desastres naturales
Los datos que recopile NISAR, que serán de acceso libre para la comunidad científica mundial, tendrán un impacto directo en múltiples áreas, como medir la humedad del suelo para optimizar las cosechas y mejorar la seguridad alimentaria, así como penetrar en los bosques para calcular cuánta biomasa y carbono almacenan.
Para la gestión de desastres, esta tecnología es fundamental. Permitirá monitorizar en tiempo real el movimiento de los glaciares, crucial para estudiar la subida del nivel del mar, y detectar deformaciones del suelo que pueden preceder a terremotos y erupciones volcánicas, así como evaluar los daños tras una inundación o un deslizamiento de tierra.
En esta misión conjunta, la NASA ha proporcionado el radar de banda L, mientras que la ISRO ha desarrollado el radar de banda S y la estructura del satélite de 2.800 kilogramos, además de encargarse del lanzamiento.
Sin duda, estas observaciones satelitales son fundamentales para comprender la magnitud y el ritmo de los cambios en el clima global, facilitando la toma de decisiones y acciones para mitigar sus efectos. EFE / ECOticias.com