España tiene claros sus objetivos ambientales y qué debe hacer para cumplirlos. Por eso, enterrará el gas más peligroso en algunas de sus provincias. Hablamos de 600 millones de toneladas al año. El territorio español ya sorprendió con un reservorio de energía para siglos y ahora con su plan para cumplir con sus metas para acabar con la contaminación.
La humanidad ya es consciente de la necesidad de ‘hacer algo’ para frenar el avance del cambio climático. Para ello, un gran número de naciones, empresas privadas y científicos trabajan para traer nuevas formas sostenibles de obtener energía. En esta intensa búsqueda, resulta crucial la captura y el almacenamiento de carbono.
En la ponencia de inauguración de la Jornada Empresarial: Estrategia para la captura de Carbono y CO2 organizada por El Economista, Ana María Alonso Zara, directora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) explicó que estos procesos son fundamentales “para salvaguardar la habitabilidad del planeta”.
El gas que tanto daño ha hecho al mundo será enterrado por España
En este contexto, España identifica 103 ubicaciones en las que pueden almacenarse CO2. Este gas es uno de los que más daño le ha hecho a la atmósfera. Aunque por sí solo no es tóxico, altas concentraciones dificultad la respiración. El IGME está estudiando nuevos acuíferos offshore en Asturias, Cantabria y la zona del Delta del Ebro.
En la actualidad, el IGME trabaja en varios proyectos y redes europeas. A través de estas propuestas, el organismo público ha identificado estos 103 acuíferos profundos con potencial para almacenar CO2 en tierra. Además, existen otro proyecto estratégico offshore centrado en las zonas ya mencionadas.
“Sin almacenamiento y captura no vamos a poder solucionar el problema de las emisiones. Además, es importante que se haga un uso nuevo a ese CO2 que se capture”, ha declarado Alonso Zara. Para la directora del IGME, es necesario apostar por estos proyectos para “minimizar el daño del planeta”, un daño que padecen directamente los ciudadanos/as.
“En las cinco grandes extinciones que se han producido, han desaparecido las especies que más recursos gastaban y el planeta ha seguido. Está en peligro nuestra habitabilidad”, alertó. Un aspecto fundamental para que estos proyectos continúen mejorando con el tiempo es la investigación. “Hay que hacer una investigación aplicada y, sobre todo, tenemos que estar conectados”, señaló Zarza.
El gas más peligroso podría llegar a su fin con una iniciativa de España
La directora del IGME considera que “nunca ha habido un momento más positivo para el almacenamiento y la captura de carbono que ahora y para ello es necesario aprovechar el subsuelo que es vital en la transición hacia energías limpias y la reducción de gases de efecto invernadero”.
España no es el único país que ha reparado en la importancia de almacenar CO2. Este tema es uno de los destacados en Europa. De hecho, la estimación es que será necesario almacenar y utilizar entre 300 y 600 millones de toneladas anuales de CO2 hasta 2050 para acariciar los objetivos impuestos de neutralidad climática, como el de almacenar 50 millones de toneladas anuales de CO2 en 2030.
La Comisión Europea quiere llegar a las cero emisiones netas para 2050. Para ello, se tiene previsto crear un inventario digital del almacenamiento subterráneo de CO2 basado en los estudios de los Servicios Geológicos europeos, inventario del que IGME forma parte y lidera, con todos los servicios geológicos europeos mediante el proyecto GSEU- Geological Service for Europe como parte del Atlas Pan-Europeo de potencial de almacenamiento geológico (2022-2027) en el marco de EuroGeoSurveys (la red europea de servicios geológicos).
La experta tiene claro que los objetivos de España y Europa solo se lograrán capturando y almacenando este gas que tanto daño nos ha hecho. Debido a la relevancia de este asunto, ya hay varias compañías realizando esta acción para mejorar la calidad de vida del ser humano, como ocurre con el árbol líquido utilizado para absorber CO2 en las ciudades.