El hidrógeno ha mostrado tener una insólita capacidad para transformarse. Esta vez lo ha hecho en el peor gas para el planeta. Sus alcances ya nos habían sorprendido cuando descubrimos el H rojo y el H negro, pero lo que vamos a contarte ahora supera todo lo anterior.
El hidrógeno molecular o dihidrógeno (H2) es una molécula formada por dos átomos de hidrógeno que se plantea como un vector energético versátil y no contaminante, con una nula huella de CO2.
En el último tiempo, se está mostrando ante el mundo como una alternativa a los combustibles instaurados desde hace años. Una forma de adquirir H verde (el más sostenible) es la electrólisis de agua utilizando energías renovables. Sin embargo, su transporte es complicado debido a que es un gas muy ligero y tiene que ser comprimido o licuado, además de necesitar gasoductos especiales.
La solución para la movilidad del H a larga distancia es que sea transformado en compuestos químicos como metanol, amoniaco y metano. El uso del metano como vector energético hace posible la conversión del 50% de su masa en H, frente al 17-18% de metanol y amoniaco.
El hidrógeno se convierte en el peor gas y sorprende al mundo entero: nadie lo esperaba
Sumado a esto, hay una amplia red de gasoductos de gas natural que favorece su distribución y una tecnología cuyo fundamento está en unidades de reformado para conseguir H a partir de gas natural.
Los investigadores del CSIS advierten que una alternativa interesante para almacenar el excedente de energías renovables es su conversión en gas natural. Se logra con el uso del H2 de las energías renovables y el CO2 capturado.
Por esta razón, hay un nuevo trabajo en este campo. Se centra en el desarrollo de un nuevo catalizador para que el H molecular mute a gas natural, haciendo más fácil su transporte y empleo. En la actualidad, para obtener gas natural a partir de CO2 y H2 se utilizan catalizadores que realizan su trabajo a temperaturas muy elevadas (de 300 a 450 grados).
El peor gas natural lleva el sello del hidrógeno: hay muchos que todavía no pueden creerlo
Operar con temperaturas altas viene de la mano de varios inconvenientes por la estabilidad del catalizador, el elevado consumo energético y la pérdida de selectividad por la formación de monóxido de carbono como producto secundario que se ve favorecido con la temperatura.
En la investigación de la que hablamos se habla sobre un nuevo catalizador sólido sintetizado a través de un método llamado “síntesis hidrotermal”. Un catalizador que opera a 180 grados, con alta eficiencia y permanece estable con el tiempo. Esto es muy favorable desde el punto de vista energético y eficiente.
Los resultados fueron publicados el año pasado y han sido protegidos con dos patentes. Después de su publicación, una compañía internacional se interesó en el catalizador y cerró un acuerdo de licencia e investigación conjunto con ITQ, el grupo de investigación “culpable” de su desarrollo. Mediante su licencia, entró en la fase de comercialización de las dos patentes.
ITQ desarrolló un catalizador que transforma el hidrógeno en metano a bajas temperaturas
El grupo de investigación detrás de este invento está liderado desde el Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV).
Trajeron a la industria un nuevo catalizador capaz de trabajar a bajas temperaturas, con alta eficiencia y establece, que lleva al hidrógeno a convertirse en metano.
Una vez más, vemos la insólita capacidad del hidrógeno para cambiar su estado, esta vez en el peor gas para el planeta. Mientras la comercialización de este catalizador sigue su curso, siguen apareciendo en escena los frutos de la expansión del H, como los diferentes modelos de coche de hidrógeno.