El País Vasco ha logrado avances significativos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, situándose entre las comunidades autónomas más comprometidas con la transición ecológica.
Con esto, la comunidad ha demostrado que es posible mantener el crecimiento económico mientras se reducen las emisiones; un equilibrio que refleja el éxito de sus políticas ambientales y de innovación tecnológica.
Sin embargo, el sector del transporte continúa siendo el talón de Aquiles de su estrategia climática, concentrando una parte creciente de las emisiones totales y dificultando el cumplimiento de los objetivos establecidos para 2030.
El transporte empaña la buena marca de la bajada de emisiones de Euskadi
Euskadi ha reducido un 38 % sus emisiones de gases de efecto invernadero en veinte años, desde 2005, gracias a la contribución de todos los sectores con la excepción de uno, el transporte, que las ha incrementado un 15 %.
El viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Josu Bilbao, y el director general de la sociedad pública de gestión ambiental Ihobe, Alexander Boto, han presentado este viernes un avance de los resultados de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en Euskadi durante el año 2024, en el marco de la Semana del Clima y la Energía (Asteklima).
Según han valorado, Euskadi está «en la buena senda» para lograr el objetivo marcado por ley de reducir esas emisiones un 45 % para 2030, por lo que han instado a no desacelerar el ritmo.
El «mayor reto» en esa tarea lo constituye el sector del transporte, que es el principal emisor (sus emisiones representan el 41 % del total en Euskadi), mientras que la industria y el sector energético lideran la reducción de emisiones.
Según los datos avanzados, el País Vasco ha emitido 15,8 millones de toneladas de CO₂ equivalente en 2024, lo que supone una reducción del 1 % respecto al año anterior y del 38 % respecto a 2005, cuando se emitieron 25 millones de toneladas de CO2.
Esta caída, según han destacado, se ha producido en un contexto de crecimiento económico, con un aumento del PIB del 2,2 % durante el último año y un 30 % desde 2005. Las emisiones que se generan para producir una unidad de PIB en Euskadi han descendido un 51 % respecto a 2005.
Emisiones según los sectores
Por sectores, en 2024 con respecto al año anterior la caída de emisiones se estima en un 5 % en el sector energético, un 9 % en la industria y un 5 % en el sector de residuos. Por el contrario, el transporte aumenta sus emisiones un 6 % el pasado año, cuando también lo hace el sector residencial (4 %), el de servicios (1 %) y la agricultura (3 %).
En el ámbito de los sectores regulados por la normativa del comercio europeo de derechos de emisión «EU ETS» (generalmente, grandes instalaciones industriales o energéticas, intensivas en emisiones), las emisiones de este grupo aumentaron el pasado año un 0,41 %.
Sin embargo, la evolución en los últimos veinte años muestra una importante reducción de emisiones en todos los sectores (residuos -57 %, energía -56 %, agricultura -51 %, industria -50 %, servicios -41 % residencial -34 %) a excepción del transporte, que las incrementa un 15 %.
El viceconsejero Bilbao ha puesto de manifiesto que Euskadi es «un polo logístico», por lo que los datos incluyen el transporte que pasa por la comunidad autónoma, y ha considerado que los resultados de medidas como las ayudas a la descarbonización del sector o la implantación de zonas de bajas emisiones en municipios se verán próximamente.
El representante del Gobierno Vasco ha destacado «la buena marcha» de Euskadi para lograr la «neutralidad climática» en 2050, pero ha abogado por no caer «en la autocomplacencia» en el actual momento «decisivo». «Frente a la expansión del negacionismo por todo el mundo», ha valorado que «el 76 % de la ciudadanía» vasca «está preocupada» por el cambio climático, según ha dicho.
El viceconsejero también ha destacado el papel de la absorción de emisiones en la estrategia hacia la neutralidad climática, teniendo en cuenta que el 68 % del territorio de Euskadi es masa forestal y el 23 % está integrada en espacios protegidos.
Según el último dato disponible, el sector de ‘uso de la tierra, cambio de uso y silvicultura’ contribuyó con una absorción neta de 2,6 millones de toneladas de CO₂ en 2023.
En resumen, expertos y organizaciones ecologistas coinciden en que es urgente acelerar la transformación del transporte mediante la electrificación de flotas, la expansión del transporte público limpio y la promoción de una movilidad activa.
Euskadi ha demostrado liderazgo en innovación verde, pero el reto del transporte exigirá decisiones más valientes y coordinadas. Solo con una movilidad descarbonizada y sostenible será posible consolidar los logros alcanzados y avanzar hacia una economía climáticamente neutra que garantice bienestar y calidad de vida para toda la ciudadanía. EFE / ECOticias.com




















