“Las compañías mineras de Chile, el mayor productor de cobre del mundo, están examinando sus contratos de energía para ver si pueden renegociar sus términos para incorporar energías renovables más baratas y sostenibles.”
¿Energías limpias?
Desde tiempos inmemoriales las minas han empleado el carbón y el gas como fuente de combustible para hacerlo funcionar todo: desde la perforación hasta la molienda; hoy se plantean utilizar por primera vez energías del tipo renovable.
El cambio a nivel de la minería que implicaría decantarse por las energías limpias y abandonar las “sucias” tiene una base lógica, ya que Chile no tiene prácticamente reservas de carbón o de gas y en cambio posee unos espacios áridos y extensos, donde se podría explotar la producción de energía eólica y solar.
Al mismo tiempo hay una baja generalizada en los precios de este tipo de energías a nivel mundial, por lo que las mineras se están planteando seriamente abandonar de forma lenta pero sostenida el uso de combustibles altamente contaminantes.
Empresas como la española Acciona y Mainstream de Irlanda se beneficiarán del cambio. Los movimientos también podrían implicar importantes ahorros en costos para la industria chilena del cobre, que gasta alrededor de 20 por ciento de sus presupuestos generales en energía.
Como contrapartida, las empresas tradicionales de energía, como Engie Chile, el proveedor francés de gas natural y AES Gener están considerando seriamente incorporar renovables en las ofertas que hagan a las mineras en próximas subastas.
Nuevas ofertas
Hace muy poco que las empresas de energía eólica y solar comenzaron a presentar ofertas competitivas para contratos de energía en Chile. En agosto de este año se hicieron con alrededor de la mitad de la energía licitada, en una subasta gubernamental de 12,3 terawatts para abastecer la red pública de Chile.
Algunas minas están pagando más de 100 dólares por megavatio hora en sus contratos más caros, mientras que los productores eólicos han ofrecido energía durante 24 horas a precios realmente muy bajos y competitivos (38 dólares Mw/h).
Estas ofertas podrían ser una de las formas de recuperación de empresas como Codelco o Antofagasta, que desde hace tiempo se quejan de las pérdidas que les ocasiona la bajada de precios generalizada, que el cobre ha tenido en los mercados de todo el mundo.
O sea que, además de conseguir un ahorro importante en cuanto al consumo general de las instalaciones, las mineras del cobre de Chile pasarían a depender de energías limpias y dado que ya de por si suelen tener muchos problemas con la contaminación, estas medidas serían muy bienvenidas.