Entre otras cosas, el film hacía hincapié en el sufrimiento al que se ven expuestos animales tan grandes e inteligentes como las orcas al ser separados de sus grupos familiares y mantenidos en cautiverio.
Tras 33 años de cautiverio, durante los cuales ofreció miles de espectáculos y también acabó con la vida de tres trabajadores de SeaWorld, la orca Tilikum falleció esta mañana, confirmó oficialmente el parque marino.
Su fallecimiento es recibido con pesar por ambientalistas del mundo, quienes durante años habían solicitado su liberación. Otros han expresado su alivio porque el animal finalmente va a dejar de sufrir por estar confinado.
La situación de esta orca, que en realidad es un ejemplar macho, se dio a conocer en todo el mundo graicas a la película Blackfish. En este documental estadounidense, dirigido por Gabriela Cowperthwaite y estrenado en el 2013, se denunciaban las malas condiciones que padecen los animales encerrados en parques marinos con el único fin de ofrecer entretenimiento a las personas. Esta circunstancia ha sido calificada como ‘crueldad animal’ por organizaciones como Protección Animal Mundial y PETA.
Entre otras cosas, el film hacía hincapié en el sufrimiento al que se ven expuestos animales tan grandes e inteligentes como las orcas al ser separados de sus grupos familiares y mantenidos en cautiverio.
El documental detallaba que los ataques de orcas en libertad a personas son inexistentes (no hay ni un solo registro en la historia) y que estos solo ocurren cuando están en condiciones de hacinamiento para sus proporciones, compartiendo espacio con especies ajenas a su especie familia y donde los animales son forzados a realizar espectáculos diarios a cambio de su alimento.
Tilikum fue capturada en 1983 en la costa de Islandia. Se presume que entonces era apenas una cría de dos años. Desde ese momento, fue agredida por otros animales, compañeros de cautiverio y pasó años encerrado hasta 14 horas diarias en tanques pequeños y carentes de luz natural, denuncia el documental, algo que los expertos aseguran que podría haber contribuido a la agresividad del animal.
Tres muertes están relacionadas con esta orca. La primera el 21 de febrero de 1991, cuando la entrenadora del Sealand, Keltie Byrne cayó en un piscina donde habían tres orcas en un parque en Sealand. Fue jalada, zarandeada y conducida hasta el fondo por Tilikum. El parque cerró y Tilikum fue vendida a SeaWorld. Pesaba 12,000 libras.
La segunda fue el 6 de julio de 1999 cuando un hombre de 27 años llamad Daniel Dukes fue encontrado desnudo sobre la espalda de Tilikum. El había visitado SeaWorld el día anterior y evadió la seguridad para volver al tanque de la orca. Aunque primero se dijo que no había señales de ataque o mordisco, luego se confirmó que entre otras cosas el hombre había sido castrado por Tilikum. A pesar de ello, la policía declaró que la muerte ocurrió por ahogamiento e hipotermia.
La tercera muerte fue la de la entrenadora Dawn Brancheau en 2010. Tilikum en pleno espectáculo, la orca tomó a la joven de la cabellera y le rompió huesos, antes de ahogarla.
Ante esas muertes y la posterior película, se produjeron en el mundo varios efectos. Entre ellos un declive en la asistencia a los parques de SeaWorld y Busch Gardens. La reducción fue de un 5% solo durante los primeros nueve meses del 2013. La visitación siguió en picada en el 2014 y los precios de las acciones de SeaWorld cayeron un 33%.
Además, a finales del 2013 varios músicos cancelaron su participación en un festival en SeaWorld, a modo de protesta por los supuestos maltratos a los animales de ese parque. También la línea aérea Southwest Airlines abandonó su relación comercial de 26 años con SeaWorld.
Durante el 2015 y el 2016 las visitas a los parques no repuntaron. En marzo del 2016, tras años de críticas y polémica por tener las ballenas en cautiverio, el parque Sea World anunció que terminará con el programa de espectáculos con orcas de inmediato porque la «sociedad está cambiando» y recordó que no ha capturado animales salvajes desde hace cerca de 40 años.
Sin embargo, al mismo tiempo SeaWorld confirmó que no liberará a los cetáceos que aún tienen porque, a su juicio, ya no pueden adaptarse a la vida salvaje, medida que aún está siendo refutada por organizaciones ambientalistas.
SeaWorld asegura que estos animales marinos viven más tiempo en cautiverio de 25 a 30 años aun cuando la biología marina estableció en los años 1980 que la esperanza de vida es de 50 años para los machos y 100 años para las hembras que se desarrollan en libertad. De hecho, esta misma semana se reportó el fallecimiento de una orca conocida como J2, que se estima tenía 105 años. Según el Centro de Investigación de Ballenas. Esta era la celebridad del grupo de investigación de NOAA que lleva 40 años estudiando a estos animales.