Estos son solo algunos ejemplos de los artículos que encontró un grupo de al menos 30 jóvenes de la agrupación Vida Con Propósito (VCP) que viajó desde San José hasta la comunidad de Tárcoles para tratar de limpiar Playa Azul.
Un mar de botellas de plástico, pedazos de estereofón, zapatos viejos, llantas de tractores y hasta una puerta de una refigeradora.
Estos son solo algunos ejemplos de los artículos que encontró un grupo de al menos 30 jóvenes de la agrupación Vida Con Propósito (VCP) que viajó desde San José hasta la comunidad de Tárcoles para tratar de limpiar Playa Azul.
Ellos sabían que esta playa es una de las más contaminadas del país, pero no se imaginaron la cantidad de desechos que llegan hasta zona provenientes del Valle Central a través de la desembocadura del río Grande de Tárcoles.
“Vinimos a ayudar y nos encontramos una gran cantidad de basura. Es muy triste como todos, como sociedad, hemos contribuido a dañar el ambiente. Logramos sacar una gran cantidad de bolsas de basura, pero tratamos de provocar un sentimiento de responsabilidad para frenar a que se lancen plásticos y botellas en la calle y en los ríos”, apuntó Steven Paniagua quien es vecino de Desamparados.

Por su parte, Sofía Vargas, quien también forma parte de VCP, explicó que los vecinos ya les habían comentado sobre la cantidad de basura, sin embargo, solo estando en la zona se puede contemplar la magnitud del problema.
“Fue una experiencia muy buena para ayudar a Playa Azul. Me sorprendió bastante el hecho de encontrar llantas de tractor enterradas en la arena y así como la cantidad de basura”, comentó Vargas quien invitó a los costarricenses a unirse a este tipo de iniciativas y extenderle una mano al ambiente.