De sorpresa en sorpresa

Publicado el: 11 de septiembre de 2011 a las 09:18
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De sorpresa en sorpresa

Todo lo nuevo que pueda encontrarse en tecnologías, experiencias exitosas y, como fruto de ello, resultados productivos en la agricultura, se concentra ahí. Si de innovar se trata, la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Vivero de Alamar no descansa.

Surgió en 1997 en un pequeño terreno. Con el tiempo y su trabajo, ha ido ganándose espacios y atrapando personas que trabajan de sol a sol, con ingresos que lo justifican. Si en un principio los iniciadores fueron solo cuatro, hoy un centenar de personas trabaja las 11 hectáreas, para nada comparadas con los 800 metros cuadrados del comienzo.



Los vecinos, quienes tal vez vieron con asombro nacer los huertos y las naves con techo de guano, hoy agradecen la ventaja de tener, bien cerca, alimentos frescos, algunos hasta entonces nunca vistos por la mayoría.

“Tenemos relaciones de trabajo con numerosos institutos: Sanidad Vegetal, Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical, Ciencias Agrícolas y Suelos, entre otros, en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y la agricultura orgánica”, explica el ingeniero agrónomo Merardo Naranjo Valdés, subdirector técnico de la UBPC.



A partir de los conocimientos adquiridos y la voluntad de ponerlos en práctica, desde 2002 dejaron de emplear productos químicos, tanto en la producción como en el manejo de plagas.  “Las cosechas, 350 toneladas de hortalizas y vegetales al año, son totalmente orgánicas. Además de los beneficios económicos, sabemos el impacto tan nocivo de los agroquímicos para el medio ambiente, los productos agrícolas y las personas”, asevera.

Emplean desde el humus de lombriz de producción propia, sus insectos benéficos para el control de las plagas y magnetizan el agua destinada al riego. De acuerdo con Naranjo, solo por este último concepto el rendimiento productivo ha aumentado entre ocho y 16 por ciento.

Por demás, sostiene, a diferencia de lo que creen no pocos agricultores, los costos de los productos orgánicos y los insectos de los Centros de Producción de Entomófagos y Entomopatógenos, son inferiores a los de agroquímicos y en moneda nacional.

Alta producción no daña la tierra

Una de las experiencias más notables es la producción de humus, a partir de los desechos de las cosechas, que sirven para “malcriar” a las lombrices. El incremento en los rendimientos es considerable: mientras la media nacional es de 10-12 kilogramos por metro cuadrado al año, esta UBPC obtiene entre 18 y 20, en siete u ocho rotaciones.

Pero, agrega, el manejo inteligente ha impedido que el aumento productivo dañe la tierra. “Los suelos son ferralíticos rojos, hemos ido mejorando su potencial productivo con la aplicación de abonos orgánicos y biofertilizantes en dosis que van desde seis a ocho kilogramos por metro cuadrado al año.

Otra bondad de la cercanía de la UBPC es la diversificación en la alimentación de los vecinos. “Antes aquí no se consumía casi acelga y qué decir del brócoli o la coliflor. Hoy, sin embargo, tienen alta demanda”, señala Naranjo.

En tiempos de frío, en la tablilla pueden encontrarse de 26 a 28 especies hortícolas y en los de calor, 16 o 18. La hectárea de cultivos semiprotegidos permite mantener casi todo el año la oferta a la población de ensaladas como lechuga, acelga, pimiento, pepinos, cebollinos y otros.

Existe también una pequeña agroindustria para los condimentos secos y conservas en vinagre, elaborado a partir de la caña que cultivan como alimento animal y la venta de guarapo a la población.

El secreto

Para Merardo, no hay secretos en los resultados de la UBPC. “El primer recurso es la voluntad de hacer, no son laboratorios grandes, con medios asequibles se pueden comenzar a reproducir los insectos”, considera.

Lo más importante, opina, es tener capacitadas a las personas y promover el intercambio con los centros promotores de las diferentes tecnologías en el país.

“Los resultados en el campo se ven y los trabajadores están motivados y manejan el lenguaje de la agroecología”, dice.

 

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