El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer la celebración de un referendo en los departamentos de Cochabamba y Beni sobre la construcción de una carretera que partirá en dos un parque natural y que rechazan los indígenas de la Amazonia con una marcha que cumplió 41 días.
Morales hizo el anuncio durante su visita al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), donde se reunió con algunos grupos indígenas y campesinos que respaldan el proyecto caminero que atravesará esa reserva natural, situada en el centro del país.
“Vamos a consultar a los dos departamentos mediante un referendo. Ellos que digan: sí o no”, anunció, al señalar que si la carretera es aceptada se definirá un trazo que haga el menor daño al Tipnis.
La protesta indígena rechaza la construcción del camino entre los dos departamentos, que será financiado por Brasil, alegando que provocará la destrucción de los bosques y la invasión del Tipnis por productores de hoja de coca, base para la fabricación de la cocaína.
El presidente Morales lidera las seis federaciones de productores de coca de la zona Chapare, aledaña al Tipnis.
Los dirigentes de la marcha indígena se han quejado varias veces de que Morales no cumplió con la exigencia legal de que se les consulte primero a ellos sobre el proyecto vial y han criticado que intente hacerlo con grupos afines o recién llegados al parque.
La oficina de Naciones Unidas en La Paz, el Defensor del Pueblo y asociaciones ecologistas y de indígenas señalaron varias veces que el Gobierno tiene la obligación de hacer la consulta previa conforme a la ley y han sugerido que frene las obras que comenzaron en junio.
El mandatario defendió ayer en un discurso la construcción del camino al explicar que unirá los departamentos de Cochabamba (centro) y Beni (noreste), integración que será parte de un corredor bioceánico que pase por toda la Amazonia, al unir zonas de Brasil con Perú, a través de Bolivia.
El presidente del Tipnis, Fernando Vargas, dijo ayer a Efe que los indígenas han ratificado este domingo su objetivo de avanzar unos 30 kilómetros más, hasta el pueblo de Quiquibey, donde están dispuestos a dialogar nuevamente con el Ejecutivo, pero están a la espera de que baje la tensión en la zona.
La columna de la marcha se encuentra cerca del pueblo de Yucumo, a 300 kilómetros al noreste de La Paz, en una ruta bloqueada por policías y por campesinos leales al mandatario.
En medio de las duras críticas de sus colegas contra los incidentes del sábado, el Canciller también se mostró partidario de permitir que la marcha siga hasta La Paz, aunque apuntó que es una decisión que debe ser analizada por todo el Ejecutivo.
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, insistió ayer en pedir a los dirigentes indígenas una “reflexión” sobre el conflicto porque en su criterio se está “desbordando” y volvió a invitarles a dialogar en La Paz con el presidente Morales.
Hasta ahora, fracasaron ocho intentos de diálogo para solucionar el conflicto debido a que los indígenas insisten en que se frenen las obras de la carretera, lo que el Gobierno rechaza de plano. EFE
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