Organizaciones ecologistas denuncian la actividad de JBS, la mayor empresa cárnica a nivel mundial, y sus vínculos con la destrucción social y ambiental de regiones en la Amazonía. Una denuncia que se ha materializado en forma de protesta, por parte de integrantes de esta organización, ante la junta general de accionistas de la compañía.
«Estamos denunciando la gran responsabilidad de JBS en la crisis ambiental global. El voraz apetito de JBS por los beneficios empresariales a cualquier precio representa lo peor del modelo agroalimentario industrial. Su cadena de suministro sigue alimentando la deforestación en ecosistemas vitales como el Amazonas y las enormes emisiones de su actividad, particularmente gas metano, rivalizan incluso con las de algunas empresas de combustibles fósiles”, han argumentado.
Esta misma organización ha sacado a la luz diversos informes para defender su actuación y denuncia. En este sentido, defienden que el Santander Brasil «es el mayor banco internacional responsable de financiar a las tres grandes productoras y exportadoras de carne de Brasil (JBS, Marfrig y Minerva), empresas vinculadas a la deforestación de la Amazonia y otros biomas para sustituir los bosques por pastos para el ganado».
Denuncian las prácticas de JBS en detrimento del ecosistema de la Amazonía
Varios miembros de organizaciones ambientales han interrumpido hoy la celebración de la junta general de accionistas de JBS, la mayor empresa cárnica del mundo, en protesta por el papel de la empresa en la crisis climática y de biodiversidad en regiones como la Amazonía.
«Estamos denunciando la gran responsabilidad de JBS en la crisis ambiental global. El voraz apetito de JBS por los beneficios empresariales a cualquier precio representa lo peor del modelo agroalimentario industrial. Su cadena de suministro sigue alimentando la deforestación en ecosistemas vitales como el Amazonas y las enormes emisiones de su actividad, particularmente gas metano, rivalizan incluso con las de algunas empresas de combustibles fósiles”, declaran.
Hasta la fecha, las promesas de JBS de desvincularse de la deforestación han sido un fracaso. Tras incumplir su promesa de limpiar su cadena de suministro de deforestación para 2021, JBS se comprometió a hacerlo para 2025 en la Amazonia y otros biomas brasileños, pero sólo de deforestación “ilegal”. Una investigación reciente de Unearthed, Repórter Brasil y The Guardian, publicada también en España, reveló que JBS no cumplirá su objetivo principal de erradicar la deforestación de su vasta cadena de suministro este año.
A principios de 2025, el responsable de sostenibilidad de JBS, Jason Weller, sembró dudas sobre el compromiso de la compañía de alcanzar cero emisiones netas para 2040.
Durante la acción de denuncia, seis integrantes de esta organización han sido expulsados de la sede de JBS, después de corear consignas ante la junta de accionistas y mostrar pancartas que decían “#RespectTheAmazon” o “JBS: Tu beneficio, nuestra extinción”.
Otros tantos protestaron en la entrada del edificio donde se celebraba la junta de accionistas y desplegaron una gran pancarta que decía “JBS lucra, as florestas queimam”, (JBS se forra, los bosques arden) en referencia a los vínculos de la empresa con la deforestación en el Amazonas y la enorme contribución de la agricultura industrial al cambio climático.
También, en el mismo lugar, otros activistas portaban pancartas donde se podía leer “Parem the bancar a JBS” o “Santander, deja de financiar a JBS”, en referencia a la responsabilidad de las entidades financieras, entre ellas el banco Santander Brasil, en la financiación de JBS.
La deforestación de la Amazonía
Según numerosas investigaciones e informes, el banco Santander Brasil es el mayor banco internacional responsable de financiar a las tres grandes productoras y exportadoras de carne de Brasil (JBS, Marfrig y Minerva), empresas vinculadas a la deforestación de la Amazonia y otros biomas para sustituir los bosques por pastos para el ganado. Entre estas empresas, destaca el gigante JBS.
Una investigación publicada en 2023 por Unearthed y OJoio e O Trigo sacó a la luz el escándalo de la emisión de falsos bonos “verdes”, destinados en parte a empresas agrícolas y ganaderas brasileñas, acusadas de dañar el medio ambiente y de permitir la existencia de trabajo esclavo, entre las que estaba JBS. El banco Santander Brasil participó en la gestión de esos falsos bonos “verdes.”
“Desde hace años se lleva pidiendo que cesen su apoyo financiero a la destrucción ambiental, pero existe adicción, una fuerte dependencia de la cuenta de resultados del Santander respecto de los beneficios que le genera el sector agropecuario en Brasil. Las políticas climáticas, de responsabilidad social corporativa y sus procedimientos de gestión del riesgo hacen aguas cuando lo prioritario es maximizar el beneficio económico”, recuerdan.
«El imperio cárnico de JBS se ha construido sobre la base de promesas de descarbonización incumplidas, destrucción ambiental y muchos escándalos de corrupción. No debería ser recompensado con su entrada en la Bolsa de Nueva York y su futura deslocalización a los Países Bajos, que llenará los bolsillos de sus jefes multimillonarios y financiará una expansión global que ayudará a hundir al planeta en un caos climático más profundo. Empresas como JBS no tienen lugar en los mercados públicos», aseguran.
“No vamos a parar. Vamos a seguir pidiendo que se suspenda la cotización en bolsa de JBS y se exigirá que el regulador holandés, Bureau Financieel Toezicht, actúe. Necesitamos que los gobiernos obliguen a las grandes corporaciones de la agricultura industrial a rendir cuentas por el daño que está causando al planeta, para que podamos detener a este gigante de la carne que es JBS.”
Mientras se desarrolla la protesta en Brasil, en varios países europeos – Luxemburgo, Países Bajos, Suecia e Italia- también se han realizado actos de denuncia contra la empresa en varios edificios y productos en venta de la marca JBS.