En Costa Rica se ha implantado un sistema de taxis eléctricos como forma de apostar por la movilidad eléctrica y combatir las emisiones de gases de efecto invernadero, grandes culpables del calentamiento global y el cambio climático.
El país tiene un grave problema de contaminación del aire y fue esta la razón por la que fue elegido por el PNUMA para acoger al programa piloto de taxis eléctricos que se espera repetir en naciones que tengan estos mismos problemas.
Además de ser no contaminantes y una alternativa ecológica, este proyecto ha sido una oportunidad inclusiva, ya que la mitad de estos vehículos eléctricos son conducidos por mujeres, lo que les permite empoderarse al tiempo que aportan su trabajo para mejorar la calidad de aire de su ciudad.
Los taxis eléctricos de Costa Rica: un ejemplo a seguir
Al salir de la terminal de llegadas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de Costa Rica, los pasajeros podrían encontrarse con una visión rara en Centroamérica: un taxi eléctrico. Los sedanes de color rojo brillante—de los cuales hay seis—transportan a los pasajeros hacia la cercana capital costarricense, San José, y otras partes del país.
Este proyecto piloto, lanzado en octubre de 2023, forma parte de un esfuerzo por integrar vehículos eléctricos en la red de transporte público del país, lo cual se considera crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Costa Rica.
La iniciativa está dirigida por la Fundación CRUSA, una organización sin fines de lucro, y el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).
«Es fundamental que abordemos las emisiones del transporte«, dice Carlos Manuel Rodríguez, director ejecutivo y presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. «La movilidad eléctrica puede mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y, a su vez, modernizar los sistemas de transporte público».
Taxis eléctricos para disminuir los GEI
Este impulso surge en un contexto en el que las emisiones de gases de efecto invernadero están saturando la atmósfera y amenazan con aumentar las temperaturas globales entre 2.6° y 3.1° este siglo, según el último Informe sobre la Brecha de Emisiones del PNUMA. El sector del transporte genera el 75 por ciento de los gases de efecto invernadero relacionados con la energía en Costa Rica, lo que lo convierte, de esta manera, en la principal fuente de estas emisiones, según la Agencia Internacional de la Energía.
El proyecto de taxis eléctricos de Costa Rica va más allá del transporte en el aeropuerto; actúa como un campo de pruebas para evaluar el rendimiento y los costos de los vehículos eléctricos en operaciones reales. Este es un paso crucial para expandir el transporte eléctrico a nivel nacional y cumplir con los planes de descarbonización del país, asegura Flora Montealegre, directora ejecutiva de CRUSA.
Según los observadores, la adopción de energías renovables por parte de Costa Rica le otorga una posición única para tener éxito en el sector del transporte eléctrico. Más del 95 por ciento de la electricidad del país proviene de fuentes renovables.
“Con la energía renovable y la capacidad técnica, Costa Rica tiene las condiciones ideales para ampliar la movilidad eléctrica«, asegura Roberto Urcuyo, investigador de la Universidad de Costa Rica.
El proyecto también está abriendo el camino hacia una mayor inclusividad. Tres de los taxis eléctricos en el aeropuerto son conducidos por mujeres, lo que marca un avance en la igualdad de género dentro de una industria de taxis tradicionalmente dominada por hombres.
«Dar este paso es una forma de incentivar y motivar a otras mujeres a participar en este sector», comenta Erica Cordero, una de las tres conductoras de e-taxis en el proyecto piloto. Este enfoque en la inclusividad se alinea con la visión más amplia del proyecto de lograr una transición al transporte eléctrico que sea socialmente equitativa,
Los planes de Costa Rica incluyen expandir la iniciativa a otros modos de transporte público. «No solo nos centramos en los taxis», señala Carlos Ávila Arquin, viceministro de Transportes y Seguridad Vial de Costa Rica. «Estamos trabajando arduamente para lograr que los autobuses eléctricos lleguen pronto y fomentar que los conductores de todo el país hagan la transición a [vehículos eléctricos]».
La iniciativa es uno de los 50 proyectos de movilidad eléctrica apoyados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Según los involucrados, demuestra cómo el respaldo a la transición hacia la movilidad eléctrica puede reducir las emisiones, promover la igualdad social y modernizar los sistemas de transporte público de manera simultánea. Esperan que, en el futuro, Costa Rica pueda servir de ejemplo para sus países vecinos.
«Creo que sería maravilloso para todo el país si todos pudieran cambiar a taxis eléctricos«, comenta María Santamaría, una conductora de e-taxis. «La tecnología puede ayudar a fomentar la sostenibilidad, y Costa Rica está mostrando el camino a seguir.»