Siempre hemos pensado que cocinar es algo básico, pero lamentablemente en lugares como África, cocinar en buenas condiciones es prácticamente un lujo, especialmente en las zonas rurales donde la conexión eléctrica es casi nula, cocinar los alimentos es un acto diario que lamentablemente pone en grave peligro la salud, pero ahora las cosas podrían cambiar, porque empezarán a cocinar con moléculas de agua.
La realidad de África
La mayoría de las comunidades en África todavía dependen de quemar biomasa (como leña, estiércol o residuos agrícolas) para calentar sus ollas. Esta práctica, además de contribuir de forma directa y masiva a la deforestación, tiene un efecto terrible en la salud de las personas.
Lo que muchos no saben, es que al quemar estos materiales libera una gran cantidad de humo tóxico y partículas diminutas de PM2.5 que llenan las casas. Este humo que nadie ve es un asesino silencioso y persistente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la contaminación del aire dentro de las casas es responsable de la alarmante cifra de casi 500 000 muertes prematuras al año solo en África, afectando principalmente a mujeres y niños que pasan la mayor parte del tiempo cerca del fuego.
Resolver el problema de cómo cocinar es tan urgente como llevar electricidad a los más de 600 millones de personas que aún no la tienen, pero afortunadamente, un equipo de científicos de la Universidad de Loughborough ha desarrollado una solución increíblemente innovadora.
Usarán el elemento más común del planeta, el agua, para transformarlo en un combustible completamente limpio y así, podrán cocinar sin humo, sin dañar nuestro planeta y sin arriesgar la salud de las personas.
Cocinando con partículas de agua
Un grupo de científicos ha creado una solución para cocinar que usa hidrógeno. Lo que parecía imposible se logra con un sistema pequeño, del tamaño de un contenedor, que es fácil de llevar a lugares lejanos que no tienen electricidad.
Esta máquina usa la energía del sol para hacer algo muy inteligente llamado electrólisis: con esa electricidad, divide las moléculas de agua en dos partes para obtener hidrógeno verde. Este hidrógeno se guarda a presión en tanques especiales.
Luego, se usa como combustible en una cocina especial que es muy limpia. Al usarse, no produce humo tóxico, solo sale vapor de agua inofensivo, pero ahora la prueba de fuego será en una escuela rural en Zambia.
Allí, este sistema no solo servirá para que las cocinas preparen los alimentos sin contaminar, sino que también dará electricidad a las aulas y a las casas de los maestros, demostrando que es una solución muy completa y útil para toda la comunidad, al igual que este sistema que crea agua dulce.
Un gran aporte a nuestro planeta
La tecnología de Loughborough tiene un potencial que va mucho más allá de las comunidades rurales, pues tiene la capacidad de reemplazar los viejos y altamente contaminantes generadores diésel, que son caros de mantener.
La posibilidad de generar y almacenar energía de forma local, sin depender de una red eléctrica centralizada o del costoso diésel, supone un paso estratégico y gigantesco para África. Al usar el hidrógeno verde, se reduce drásticamente la contaminación por CO2, ayudando a nuestro planeta.
Sin duda la tecnología de hidrógeno limpio desarrollada a partir de moléculas de agua es una solución real, innovadora y urgente para África, ya que resuelve dos problemas a la vez: la falta de acceso a la energía y la grave crisis de salud causada por el humo en los hogares.
Este proyecto piloto demuestra que lo que parecía imposible (cocinar sin contaminar) está ahora al alcance de las comunidades más afectadas, impulsando un futuro más limpio, sano y prometedor para millones de personas en el continente. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos que están creando energía con agua sucia.
















