Que las autopistas de la UE queden electrificadas podría ser un proyecto viable. Supondría un megaproyecto de 400 TWh de energía y utilizaría esta fuente renovable. Hay una necesidad real en Europa, y en el mundo entero, de paliar el avance del cambio climático, razón por la que aparecen en escena proyectos como este.
Además de la urgencia por luchar contra el cambio climático, la Unión Europea desea cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. En este contexto, busca soluciones innovadoras para estar, cada día, un paso más cerca de la descarbonización y la transición energética.
De todas las soluciones propuestas hasta ahora, la integración de la tecnología solar fotovoltaica en la infraestructura de transporte brota como una estrategia prometedora.
Un estudio habla sobre lo que podría ser el futuro de la UE
Un reciente estudio ha cuantificado el potencial de las carreteras y ferrocarriles europeos para transformarse en importantes centros de producción de energía solar. Usando el procesamiento de datos geoespaciales, el estudio revela que la capacidad instalada potencial de tecnología PV en infraestructuras de transporte concernir al 55% del objetivo solar la Unión Europea para 2030.
De forma específica, la instalación de módulos fotovoltaicos bifaciales a lo largo de estas infraestructuras podría producir al año 391 TWh de electricidad limpia, apoyando considerablemente la transición energética que atraviesa el continente.
La investigación hace énfasis en el empleo de módulos fotovoltaicos bifaciales, que capturan la luz solar en la parte frontal y trasera, incrementando la eficacia de la producción de energía. Estos módulos se instalan de manera vertical a lo largo de las carreteras y ferrocarriles.
No solo generan energía de manera eficaz, además minimizan a competencia por el empleo del suelo, un recurso que cada vez se torna más escaso.
La electrificación de las carreteras de la UE vendría con grandes beneficios financieros y ambientales
El estudio estima que la energía producida por estas instalaciones fotovoltaicas podría superar 2.5 veces el consumo anual de electricidad de la red ferroviaria de la UE, brindando una alternativa rentable a los combustibles fósiles en el transporte.
Asimismo, se están negociando las implicaciones económicas que podría acarrear, entre las que se incluye la viabilidad de reemplazar hasta el 15% del combustible tradicional en la red TEN-T.
Electrificar las autopistas de la UE también trae desafíos
A pesar de que electrificar las autopistas de la Unión Europea traería muchas ventajas, también implicaría asumir desafíos. Por ejemplo, en la implementación a gran escala de esta tecnología, teniendo en cuenta consideraciones técnicas y regulatorias.
No obstante, el análisis también advierte de grandes oportunidades para avanzar en la electrificación del transporte y una mejor sostenibilidad a nivel europeo.
Se ha enfatizado en el significativo potencial de la infraestructura del transporte europeo para contribuir a la producción de energía solar fotovoltaica. Poniendo la vista en el futuro, será fundamental el desarrollo de políticas y marcos regulatorios de apoyo que hagan más fácil la realización de este potencial.
¿Por qué es tan importante electrificar en Europa?
La electrificación es clave para alcanzar la tan ansiada descarbonización y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea. Se trata de un proceso necesario para conquistar la neutralidad de carbono en el año 2050.
Sus ventajas pasan por una considerable transformación del modelo energético, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la garantía de un suministro de energía seguro y económico, el aumento de la eficiencia energética y una mejora en la calidad del aire urbano.
Así, con esta propuesta de electrificación de las autopistas, la UE da un importante paso hacia sus objetivos climáticos y energéticos. De hecho, ya están encontrado otras formas de obtención de energía infinita y renovable.


















