Un grupo de científicos le ha dado vida a la célula del futuro. El resultado ha sido un aparato capaz de manipular y crear energía a su antojo. La energía es, en estos momentos, el motor de la evolución tecnológica y el desarrollo sostenible. Por este motivo, la industria energética se enfrenta a cambios sin precedentes, fomentados por la digitalización, las energías renovables y la transformación de los diversos modelos de negocio.
Las energías renovables continúan siendo un pilar fundamental para el futuro sostenible. Con progresos considerables en tecnología de almacenamiento y la incorporación de fuentes como la solar y la eólica, el contexto energético cambia de forma rápida y constante. Sumado a esto, el hidrógeno verde surge como una alternativa clave en los sectores complejos de electrificar, brindando un cambio hacia la descarbonización.
Actualmente, hay en vista varios proyectos revolucionarios que están redefiniendo la manera en la que aprovechamos las energías renovables. Algunos ejemplos reconocidos son las plantas solares flotantes, los parques eólicos marinos y los proyectos de hidrógeno verde. Cuando ya todo “parecía inventado”, el sector vuelve a dejarse sorprender por la célula del futuro.
Crean la célula del futuro: es vital para el sector energético
Tras conocer la primera pila de combustible que no es de hidrógeno, un grupo de científicos quiso marcar la diferencia y volver a darle entidad a este vector energético. Ingenieros de la Universidad de Virginia Occidental han desarrollado una pila de combustible avanzada que promete efectuar una transformación en la red eléctrica moderna.
Esta revolucionaria tecnología, denominada célula electroquímica cerámica protónica (PCEC), otorga mucho más que producción eléctrica. También almacena energía y origina hidrógeno. Tiene capacidad suficiente para operar de forma eficiente bajo temperaturas elevadas y vapor.
Bajo este marco, la celda de combustible proporciona una solución resistente para incorporar fuentes de energía renovables como la solar y la eólica en la red eléctrica de Estados Unidos.
El ingreso del nuevo PCEC de la Universidad de Virginia Occidental sienta un precedente en la tecnología de almacenamiento y producción energética. Ha sido diseñada para manejar los insumos fluctuantes de las fuentes de energías renovables.
Esta célula es fundamental para cubrir la demanda energética
Dicha tecnología de pila de combustible es vital en el caso de las redes que necesitan adaptarse a las demandas energéticas variables. Lo que caracteriza a este PCEC es su estructura de andamio con recubrimiento conformada. Esta disposición hace posible una operación estable incluso en contextos de alta temperatura y vapor.
Al contrario de lo que sucede en los diseños anteriores, la celda de combustible WVU ha expuesto una óptima durabilidad. Reporta un funcionamiento satisfactorio durante más de 5000 horas a 600ºF Su rendimiento supera ampliamente sistemas anteriores, que sí registraron una degradación considerable con el tiempo.
La tecnología PCEC brinda una solución óptima al desafío actual de la transición energética. Los sistemas PCEC convencionales generalmente deben batallar con la estabilidad a largo plazo en contextos industriales de alta temperatura y vapor.
Para abordar este asunto, el equipo de WVY ha creado un diseño de andamio con recubrimiento conformado (CCS) que une electrolitos y los sella con una capa de electrocatalizador estable.
El futuro está más cerca que nunca: para alcanzarlo, solo necesitamos esta célula
Una innovación que permite que la estructura absorba agua y conserva la integridad pese a las fluctuaciones de temperatura, lo que asegura el movimiento eficiente de protones, calor y electricidad mediante el mecanismo.
El satisfactorio desarrollo de la WVU abre la puerta hacia un infinito abanico de posibilidades para escalar en términos industriales. Científicos le dan vida a la célula del futuro, que manipula y crea energía a su antojo. Mientras esto sucede, aseguran que Japón está convirtiendo motores de gasolina en pilas de hidrógeno.