La tecnología de China vuelve a estar en el centro de la escena. España mira de cerca lo que se dice sobre el país asiático, puesto que utiliza de forma recurrente las herramientas proporcionadas por el territorio oriental. El país de Asia encabeza la fabricación de paneles solares, escenario que ha puesto en alerta a las autoridades de diferentes países, que ya están tratando de desligarse de China en este aspecto.
Por su parte, España ya está construyendo una megafábrica. Será la primera gran fábrica de obleas y lingotes de silicio para paneles solares dentro de su dominio. La planta está siendo impulsada por la compañía catalana Sunwafe y cuenta con el apoyo de InnoEnergy.
Se localizará en Gijón y dispondrá de una inversión inicial de 199 millones de euros aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica. A pesar del ascenso de tecnologías emergentes como las perovskitas, el silicio continúa siendo el material dominante de la industria por su eficiencia, durabilidad y estandarización global.
En la actualidad, China tiene el control de más del 80% de la producción mundial de estos elementos, una hegemonía que ha despertado cierta inquietud en Bruselas y en otras zonas del mundo.
Hace años que se sospecha de un presunto espionaje por parte de China
Hace años que se habla sobre un presunto espionaje por parte de China. Primero se habló de un espionaje digital corporativo y ahora sobre el uso de herramientas energéticas con fines dudosos. En 2019, Estados Unidos acusó a Huawei de espionaje a través de sus equipos de telecomunicaciones, aunque no presentó pruebas concluyentes.
Basó su acusación en la proximidad de la corporación con el gobierno de China. Más adelante, se demostró que la propia NSA había espiado de forma masiva mediante equipos de telecomunicaciones en todo el planeta. Ahora se han hallado dispositivos de comunicación falsos en inversores de energía solar chinos.
Las autoridades de energía de Estados Unidos están reevaluando el riesgo que suponen los dispositivos energéticos chinos tras encontrar equipos de comunicación “inexplicables” en el interior de algunos de ellos. Así lo expusieron “dos personas familiarizadas con el asunto”, reportó Reuters.
Destapan algo sobre China que sobrecoge al mundo
Los inversores de energía, que se generan sobre todo en China, se usan a nivel internacional para conectar paneles solares y turbinas eólicas a las redes eléctricas. También es posible encontrarlos en baterías, bombas de calor y cargadores de coches eléctricos.
Aunque los inversores están diseñados para permitir el acceso remoto para actualizaciones y mantenimiento, las empresas de servicios público que los usan suelen instalar firewalls para evitar una comunicación directa con China.
Reuters matizó que “expertos estadounidenses” encontraron dispositivos de comunicación falsos que no estaban reportados en los documentos pertenecientes a algunos inversores de energía solar chinos y que desmontan los equipos conectados a las redes para verificar si existen problemas de seguridad. De esta manera, lo comunicaron “las dos personas”.
China niega estar espiando a la humanidad
En los últimos 9 meses también se detectaron dispositivos de comunicación no documentados, incluidos radios celulares, en algunas baterías de diversos proveedores chinos.
La presencia de componentes maliciosos brindaría canales de comunicación agregados no documentados que permitirían que los firewalls se eludieran de manera remota, con consecuencias sumamente catastróficas, manifestaron las personas mencionadas por Reuters.
Además, la situación se tensaría todavía más si en estos dispositivos se permitieran actualizaciones firmware remotas, puesto que consentirían la introducción de cambios no autorizados que pasarían desapercibidos en las revisiones de certificación, permitiendo potenciales vulnerabilidades.
“Ambos se negaron a ser identificados porque no tenían permiso para hablar con los medios”, registra la agencia de noticias. Por su parte, un portavoz de la embajada china en Washington expresó: “Nos oponemos a la generalización del concepto de seguridad nacional, distorsionando y difamando los logros de infraestructura de China”.
Por ahora, los detalles se tornan escasos y no se registran evidencias sólidas en el informe. Sin embargo, la acusación contra China ha dejado impactada a España y otras zonas del mundo donde se utiliza la tecnología asiática. En paralelo, se ha alzado la voz sobre el riesgo invisible de los coches eléctricos y China.